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Alianzas cambiantes Contacto de EE. UU. con el grupo rebelde sirio tras la caída de Assad

Alianzas cambiantes Contacto de EE. UU. con el grupo rebelde sirio tras la caída de Assad
Domingo 15 - 11:33
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Los recientes acontecimientos en Siria han marcado un punto de inflexión significativo en la crisis del país. Estados Unidos ha confirmado contacto directo con Hayat Tahrir al-Sham (HTS), el grupo rebelde que ahora controla Siria después de derrocar al régimen de Bashar al-Assad. Esta es la primera confirmación oficial de interacciones de Estados Unidos con HTS, que sigue siendo clasificado como una organización terrorista por Washington. El Secretario de Estado, Antony Blinken, hizo esta declaración tras una serie de conversaciones en Jordania, donde representantes de varias potencias regionales, incluidos países árabes, Turquía y Estados europeos, se reunieron para discutir el futuro de Siria.

Las conversaciones destacaron la necesidad de una transición pacífica en Siria, con un enfoque en establecer un gobierno que respete los derechos de todos los sirios, incluidas las minorías. El comunicado conjunto solicitó un proceso político inclusivo mientras aseguraba que Siria no se convertiría en un refugio para grupos terroristas. A medida que el país mira hacia la reconstrucción, los funcionarios de la región enfatizaron la importancia de evitar el caos que siguió a la caída de otros líderes del Medio Oriente, como Muammar Gaddafi en Libia.

Estados Unidos ha estado en contacto con HTS principalmente para tratar temas humanitarios, como el caso de Austin Tice, un periodista estadounidense que ha estado desaparecido durante varios años. Blinken confirmó que se ha producido comunicación con HTS, lo que señala un cambio en la política exterior estadounidense hacia el compromiso con el grupo. Sin embargo, el historial de HTS como filial de Al-Qaeda genera preocupaciones sobre su compromiso con un modelo de gobernanza pacífico e inclusivo.

A pesar de que HTS ha expresado su deseo de un gobierno inclusivo, persiste el escepticismo debido a sus raíces violentas y yihadistas. El conflicto sirio, que ha devastado el país durante más de una década, ha provocado la muerte de cientos de miles de personas y ha desplazado a millones. En este contexto, el futuro de Siria depende no solo de la unidad interna, sino también de la capacidad para gestionar la influencia de potencias externas. Notablemente, países como Rusia e Irán, que apoyaron el régimen de Assad, estuvieron ausentes en las conversaciones en Jordania, lo que señala un cambio en el apoyo internacional.

Con la caída del régimen de Assad el 8 de diciembre, Siria enfrenta un futuro político incierto. El líder de HTS, Ahmed al-Sharaa, ya ha designado a un nuevo primer ministro interino, Mohammed al-Bashir, y el mundo observa con atención para ver si las promesas del grupo de inclusión y reforma del gobierno se materializan. Los próximos pasos en la recuperación de Siria requerirán una coordinación cuidadosa tanto dentro del país como con actores internacionales, ya que las cicatrices de la guerra civil siguen siendo profundas.

Esta nueva fase en la historia de Siria ofrece esperanza, pero también desafíos. A medida que el país intenta emerger de la sombra de décadas de dictadura, queda por ver si las fuerzas de estabilidad prevalecerán sobre las de división y violencia. El camino por delante requerirá decisiones difíciles y una cooperación sin precedentes, tanto para el pueblo sirio como para la comunidad internacional.


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