Boeing Será Interrogado Por Investigadores Estadounidenses Sobre la Explosión del Panel del 737 Max

En un análisis de alto riesgo sobre los protocolos de seguridad en la aviación, los funcionarios de Boeing se enfrentarán a un intenso interrogatorio por parte de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) respecto al alarmante incidente de la explosión de un panel en vuelo en un avión 737 Max. La audiencia de dos días, que comienza el martes, promete arrojar nueva luz sobre el incidente del 5 de enero que dejó a los pasajeros y la tripulación de un vuelo de Alaska Airlines conmocionados y expuestos a los elementos a través de un gran agujero en el fuselaje del avión.

El incidente, que ocurrió poco después del despegue, ha vuelto a poner a Boeing en el centro de atención, reavivando las preocupaciones sobre las medidas de control de calidad y las prácticas de seguridad de la compañía. Según los hallazgos preliminares de la NTSB, cuatro pernos críticos responsables de asegurar el tapón de la puerta—un panel utilizado para llenar un espacio de salida de emergencia no utilizado—aparentemente no fueron reinstalados tras el trabajo de reparación en una instalación de Boeing. Esta revelación ha planteado serias dudas sobre los procesos de fabricación e inspección de la compañía.

John Goglia, un ex miembro de la NTSB, enfatizó la importancia de la audiencia: "La NTSB quiere llenar los vacíos de lo que se sabe sobre este incidente y poner a las personas en el registro al respecto." Agregó que la agencia probablemente se centrará en la adherencia de Boeing a los procedimientos que había presentado anteriormente a la Administración Federal de Aviación (FAA).

Entre los testigos clave que están programados para testificar se encuentra Elizabeth Lund, la recientemente nombrada vicepresidenta senior de calidad de Boeing. También estarán presentes representantes de Spirit AeroSystems, el fabricante de los fuselajes del 737 Max, para responder preguntas sobre su papel en la producción del avión.

La agenda de la audiencia es integral, cubriendo varios aspectos del incidente, incluidos los protocolos de fabricación e inspección, el manejo del tapón de la puerta en la fábrica de Boeing, los sistemas de seguridad tanto en Boeing como en Spirit AeroSystems y la supervisión de la FAA sobre las operaciones de Boeing.

El Administrador de la FAA, Mike Whitaker, ha reconocido deficiencias en la supervisión de la agencia sobre Boeing, afirmando que su enfoque fue "demasiado pasivo" y demasiado centrado en la documentación en lugar de las inspecciones físicas. Whitaker ha prometido un cambio hacia una supervisión más rigurosa.

La relación entre la NTSB y Boeing se ha visto tensada en los últimos meses, con desacuerdos públicos sobre la cooperación de la compañía con los investigadores. Esta tensión culminó en que la NTSB tomara el inusual paso de emitir una citación para los representantes de Boeing y revocar el derecho típico de la compañía a participar en el interrogatorio durante la audiencia.

El incidente ha provocado múltiples investigaciones sobre las prácticas de Boeing, incluidas las pesquisas por parte del FBI y el Departamento de Justicia. Los pasajeros del vuelo de Alaska Airlines afectado han sido informados de que podrían ser víctimas de un crimen, añadiendo una posible dimensión criminal al caso.

Para Boeing, las apuestas no podrían ser más altas. La compañía aún no se ha recuperado completamente del daño financiero y reputacional causado por dos accidentes fatales del 737 Max en 2018 y 2019. Desde principios de 2019, Boeing ha reportado pérdidas que superan los 25 mil millones de dólares, y la compañía está al borde de instalar a su tercer CEO en menos de cinco años.

Aunque el testimonio de las audiencias de la NTSB no es admisible en los tribunales, los abogados que representan a los pasajeros en las demandas contra Boeing estarán observando de cerca el proceso. Mark Lindquist, un abogado basado en Seattle involucrado en litigios contra la compañía, declaró: "Nuestros casos ya son sólidos—los tapones de las puertas no deberían estallar durante un vuelo. Sin embargo, nuestros casos se fortalecen aún más si la explosión fue el resultado de prácticas habitualmente deficientes."

A medida que la audiencia se desarrolla, la industria de la aviación, los organismos reguladores y el público estarán observando de cerca. Los resultados de esta investigación podrían tener implicaciones de largo alcance para Boeing, potencialmente remodelando los estándares de seguridad y la supervisión en el sector de la aviación comercial durante años.