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Sudán: la ONU describe una crisis humanitaria sin precedentes
La Organización de las Naciones Unidas calificó este lunes la situación en Sudán como una crisis humanitaria de una magnitud inédita, tras una rara visita de un equipo de la ONU a la ciudad sitiada de El-Fasher, en la región occidental de Darfur.
Por primera vez desde que la ciudad cayó en manos de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) tras más de 500 días de asedio, la coordinadora humanitaria de la ONU, Denise Brown, pudo entrar durante unas pocas horas, luego de lo que describió como “difíciles negociaciones”.
“El-Fasher es la sombra de lo que fue. Es una escena del crimen”, declaró Brown a la AFP, describiendo la ciudad como “uno de los epicentros del sufrimiento humano” en el conflicto que enfrenta desde abril de 2023 al ejército regular y a los paramilitares.
Amplias zonas de la ciudad han sido destruidas. En octubre, las FAR tomaron el último bastión del ejército en Darfur durante una ofensiva sangrienta marcada por ejecuciones, saqueos y violencia sexual. Desde entonces, El-Fasher permanece aislada del mundo bajo un apagón informativo.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 107.000 personas han huido de la ciudad. Se desconoce cuántos civiles permanecen atrapados; antes de la guerra, El-Fasher contaba con más de un millón de habitantes.
Los sobrevivientes viven bajo lonas de plástico, sin agua potable ni saneamiento, en condiciones “indignas y peligrosas”, explicó Brown. Uno de los últimos hospitales sigue en pie, pero carece de antibióticos, equipos médicos y pacientes.
Tras 18 meses sin ayuda humanitaria, la población ha recurrido a consumir alimentos para animales. En noviembre, la ONU confirmó oficialmente que la ciudad sufre hambruna.
“Solo hemos visto la punta del iceberg”, advirtió la responsable, señalando la presencia de municiones sin explotar y minas. Desde el inicio del conflicto, 128 trabajadores humanitarios han muerto en Sudán.
La guerra ha causado decenas de miles de muertos, ha desplazado a más de 11 millones de personas y ha provocado lo que la ONU describe como la peor crisis humanitaria del mundo.
