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Delicadeza Marroquí de Caracoles: Saboreando la Importación Preciada de Andalucía

Delicadeza Marroquí de Caracoles: Saboreando la Importación Preciada de Andalucía
Jueves 23 Mayo 2024 - 11:00
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En la región bañada por el sol de Andalucía, España, una delicia culinaria ha capturado los corazones y paladares de los lugareños: el caracol marroquí. Esta exquisita delicadeza, famosa por su calidad y sabor excepcionales, se ha convertido en un artículo altamente codiciado en la región del sur de España, con importaciones desde Marruecos alcanzando niveles sorprendentes.

Según datos recopilados por el Ministerio de Agricultura de Andalucía, en 2023, Andalucía importó asombrosamente 5,000 toneladas de caracoles desde Marruecos, valorados en 3.8 millones de euros. La demanda de estos tesoros gastronómicos no muestra signos de disminuir, ya que la región compró caracoles por valor de 248,000 euros procedentes de Marruecos en los primeros dos meses de 2024 solamente, lo que marca un aumento del 88% en comparación con el mismo período del año anterior.

Marruecos ha surgido como un mercado prominente para Andalucía en este campo culinario, en contraste con la producción nacional de caracoles en España, que alcanzó 605,500 kilogramos el año pasado, según informó la Asociación Nacional Española de Cría y Engorde de Caracoles (Ancec). Las importaciones marroquíes también destacan al considerar el consumo estimado en España en 2020, que ascendió a un total de 18,800 toneladas, aunque ya se notaba un aumento en el consumo el año pasado.

Manuel Felipe López, un empresario en el negocio de los caracoles a través de su empresa, Caracoles Sevilla, ha arrojado luz sobre el atractivo de la variedad marroquí, conocida como "blanquillo". Según López, este caracol en particular ha ganado un fuerte apoyo en varias áreas de Andalucía y se considera de calidad superior en comparación con los caracoles criados en granjas tradicionales.

López explicó que la población de caracoles y "blanquillo" ha disminuido en España en los últimos 60 años, junto con restricciones sanitarias que limitan el comercio de caracoles, lo que fomenta aún más las importaciones del extranjero. La variedad marroquí se considera de "bastante buena" calidad y "la misma" que su contraparte española, entre otras razones.

Respecto a la producción en granjas, López señaló que el tipo de caracol cultivado en las granjas, el Helix aspersa, no compite, al menos en el área sevillana, con el "blanquillo". Recordó que una vez tuvo una granja de caracoles pero se vio obligado a cerrarla debido a la falta de demanda de sus productos, un problema que disocia de la diferencia de precio entre los caracoles criados en granjas y el "blanquillo", siendo este último más económico. López también mencionó que las altas temperaturas experimentadas en ciertas áreas durante esta época del año dificultan la cría de caracoles en estas granjas.

Hasta el mes pasado, Andalucía tenía 211 granjas de caracoles registradas, con Sevilla a la cabeza con 54 granjas, seguida de Córdoba (42), Málaga (28), Granada (27), Huelva y Almería (19), Cádiz (17) y Jaén (5). Sin embargo, el Ministerio de Agricultura no descarta la posibilidad de que algunas de estas granjas hayan cerrado durante este período.

Según un estudio de 2020 del Ministerio de Agricultura español, contabilizar con precisión el número de granjas de caracoles activas es un desafío para la administración. El estudio encontró que solo un tercio de las granjas registradas en Andalucía estaban operativas en ese momento, sin incluir otras 100 granjas en todo el país cuyo estado de actividad no se pudo determinar. Como resultado, el Ministerio se basó en datos de Ancec para mejorar la representatividad de estas cifras.

José Antonio Marcelo, el secretario ejecutivo de la Organización Interprofesional de Caracoles Criados en Granjas, arrojó luz sobre las posibles razones detrás de la discrepancia en los registros de granjas. Marcelo explicó que los propietarios de las granjas pueden ser elegibles para ciertas subvenciones, como la incorporación de jóvenes agricultores o planes de mejora de la granja, que requieren que mantengan su tierra activa durante al menos cinco años después de solicitar las subvenciones. Si estos propietarios informan que sus granjas no están en funcionamiento, corren el riesgo de perder las subvenciones. Además, aunque se requiere que los propietarios de granjas cancelen el registro de sus granjas en el Registro de Explotaciones Ganaderas (REGA) si no están activas, no todos los propietarios que no cumplen con las regulaciones están sujetos a control por diversas razones.

A pesar de la próspera industria de cría de caracoles en Andalucía, los caracoles criados en granjas producidos en la región tienen una penetración limitada entre los consumidores andaluces. Según estimaciones de 2020 de Ancec, solo hasta el 30% del volumen se distribuye dentro de la región, mientras que el resto de la producción está destinada a otras regiones del norte de España, donde los caracoles criados en granjas tienen una mayor implantación.

A medida que Andalucía continúa saboreando los exquisitos sabores de los caracoles marroquíes, el paisaje culinario de la región sigue siendo enriquecido por esta importación tan preciada, celebrando la diversidad de sabores y el atractivo perdurable de las tradiciones gastronómicas.


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