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Auge sin precedentes en las fatalidades por conflictos globales
Muertes en el campo de batalla alcanzan el pico de los últimos 30 años en medio de crisis en Gaza, Etiopía y Ucrania
En una revelación impactante, el último informe del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO) ha revelado una escalada perturbadora en las fatalidades por conflictos globales, con un aumento vertiginoso de muertes en el campo de batalla alcanzando su nivel más alto en tres décadas. A pesar de una leve reducción en las muertes por conflictos basados en estados de 2022 a 2023, el año anterior sigue siendo el tercero más violento desde 1989.
El estudio exhaustivo destaca una tendencia preocupante: mientras que el número total de muertes relacionadas con conflictos disminuyó ligeramente en 2023 en comparación con el año anterior, las fatalidades totales vinculadas a conflictos armados, incluidas las víctimas civiles, han aumentado dramáticamente desde 2021. Este alarmante aumento se atribuye en gran parte a varios conflictos importantes, especialmente la guerra en curso en Ucrania, la brutal guerra civil en la región de Tigray en Etiopía y el devastador bombardeo israelí en Gaza.
Aunque un alto el fuego en Tigray condujo a una reducción en las muertes en el campo de batalla, 2023 aún presenció asombrosas 122,000 fatalidades relacionadas con conflictos. La guerra en Ucrania sola cobró más de 71,000 vidas, mientras que el conflicto en Gaza resultó en aproximadamente 23,000 muertes en un período breve.
El informe subraya un preocupante aumento en la complejidad y escala de los conflictos globales. Los investigadores del PRIO identificaron 59 zonas de conflicto activas distribuidas en 34 países, con varias naciones lidiando con múltiples conflictos concurrentes.
"La violencia en el mundo está en niveles récord", comentó Siri Aas Rustad, autora del informe y profesora investigadora del PRIO. "Los datos sugieren un panorama de conflictos más intrincado, con un número creciente de actores involucrados en conflictos dentro del mismo país".
Rustad señaló la naturaleza cada vez más interconectada de estos conflictos, citando a Ucrania, Gaza y Etiopía como ejemplos principales de regiones atrapadas en luchas internacionales más amplias. Esta complejidad plantea desafíos significativos para las organizaciones humanitarias que buscan navegar en un entorno volátil y brindar ayuda a civiles atrapados en el fuego cruzado.
El informe también destaca a África como la región con más conflictos basados en estados, con 28 zonas activas. En la última década, el continente ha experimentado casi el doble de conflictos, lo que ha resultado en más de 330,000 muertes en el campo de batalla desde 2021.
Además, las Américas ahora tienen la distinción sombría de albergar la mayoría de los conflictos no estatales, con 36 zonas documentadas. México, en particular, se destaca como el país más violento en esta categoría, con casi 14,000 muertes relacionadas con conflictos.
"La aparición de nuevos conflictos extremadamente violentos con una frecuencia creciente es una fuente constante de preocupación", concluyó Rustad.
A pesar de la ligera disminución en las muertes por conflictos basados en estados de 2022 a 2023, los niveles persistentemente altos de violencia subrayan la necesidad urgente de renovar los esfuerzos globales de paz y desarrollar estrategias para mitigar la naturaleza compleja y multifacética de los conflictos modernos.