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La Inestabilidad Política se Agrava mientras Francia Forma su Cuarto Gobierno de 2024
Francia presentó el lunes su cuarto gobierno de 2024. El recién nombrado primer ministro François Bayrou enfrenta retos inmediatos, incluyendo posibles votos de censura y negociaciones presupuestarias urgentes en medio de una crisis política continua.
El gabinete, compuesto por 34 miembros, llega tras el breve mandato de Michel Barnier, que terminó en menos de tres meses al intentar aprobar el presupuesto de la seguridad social sin la aprobación parlamentaria. La nueva administración conserva varios ministros clave y reincorpora figuras conocidas en puestos críticos.
Eric Lombard, de 66 años, exjefe del brazo de inversión estatal Caisse des Dépôts y exbanquero de BNP Paribas, asume el papel crucial de ministro de Finanzas. Colaborará con Amélie de Montchalin, ministra de Presupuesto, para abordar el creciente déficit de Francia, que ha alcanzado el 6,2 % del PIB, el doble del límite permitido por las normas de la UE.
En un desarrollo notable, Élisabeth Borne, quien renunció como primera ministra en enero, regresa al gabinete como ministra de Educación. Otros nombramientos clave incluyen a Gérald Darmanin como ministro de Justicia, Bruno Retailleau que mantiene su puesto como ministro del Interior, y Jean-Noël Barrot que continúa como ministro de Relaciones Exteriores. Manuel Valls, quien anteriormente fue primer ministro bajo François Hollande, se une como ministro de Territorios de Ultramar.
El panorama político sigue fracturado tras el intento fallido del presidente Emmanuel Macron de convocar elecciones anticipadas a principios de año, lo que resultó en un parlamento dividido entre tres bloques rivales. Olivier Faure, líder del Partido Socialista, criticó duramente al nuevo gobierno, calificándolo como "una provocación" y acusando a la extrema derecha de estar al mando "bajo la mirada vigilante de la extrema derecha".
La opinión pública se muestra escéptica frente a la nueva administración. Una encuesta del 19 de diciembre reveló que el 64 % de los encuestados está insatisfecho con el nombramiento de Bayrou. Sus intentos de formar una coalición más amplia han tenido poco éxito, ya que tanto los partidos Socialista como Comunista rechazaron participar en su gabinete.
El gobierno enfrentará su primera gran prueba el 14 de enero, cuando Bayrou pronuncie su discurso inaugural de política general ante la Asamblea Nacional. El partido de izquierda radical Francia Insumisa ya ha anunciado planes para presentar una moción de censura.
Los mercados financieros han respondido negativamente a la incertidumbre política. Moody's rebajó la calificación crediticia de Francia tras el nombramiento de Bayrou, citando la "fragmentación política" como una preocupación clave y proyectando un crecimiento continuo del déficit el próximo año.
La nueva administración debe lograr la aprobación de un presupuesto antes de mediados de febrero, navegando entre las presiones de los mercados financieros y las exigencias de la Comisión Europea para reducir el gasto, mientras evita la oposición parlamentaria que provocó la caída del gobierno anterior.
Con la Asamblea Nacional en receso hasta el 13 de enero, el equipo de Bayrou tiene un breve margen para prepararse antes de enfrentar posibles mociones de censura. El presidente Macron espera mantener la estabilidad gubernamental al menos hasta julio, cuando Francia tendrá la oportunidad de celebrar nuevas elecciones parlamentarias.
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