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Togo celebra elecciones municipales entre protestas y baja participación

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Togo celebra elecciones municipales entre protestas y baja participación
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Togo llevó a cabo sus elecciones municipales el 17 de julio, marcando un momento crucial pero controvertido en el panorama político del país. Las elecciones tienen lugar tras protestas violentas y una gran agitación social luego de reformas constitucionales que reforzaron el control del presidente Faure Gnassingbé sobre el poder.

Elecciones marcadas por la agitación

Las estaciones de votación en los 117 municipios de Togo abrieron bajo estrictas medidas de seguridad, con una fuerte presencia policial especialmente en la capital, Lomé. Las autoridades buscaron garantizar que los ciudadanos pudieran votar de manera segura, aunque el ambiente era tenso. Los manifestantes y grupos opositores boicotearon las elecciones, alegando preocupaciones sobre su legitimidad y la represión del disenso. La capital estuvo inquietantemente silenciosa, reflejando una participación históricamente baja.

Un defensor local de derechos humanos explicó la baja participación, señalando que “la gente teme ser atacada por manifestantes por participar o ser dispersada por las fuerzas de seguridad. Muchos sienten que votar es inútil, ya que los resultados siempre están predeterminados”.

A pesar de estos desafíos, los observadores electorales destacaron que el proceso de votación transcurrió de manera pacífica, probablemente debido a la intimidante presencia de las fuerzas de seguridad.

Un legado de gobierno autoritario

Estas elecciones son las primeras desde que el presidente Gnassingbé enmendó la constitución, eliminando los límites de mandato y consolidando su poder. En el cargo desde 2005 tras la muerte de su padre, Gnassingbé ahora actúa como presidente y jefe del recién creado Consejo de Ministros, una posición sin restricciones de mandato. Los críticos lo acusan de orquestar un “golpe de estado constitucional”.

Las protestas, lideradas por el movimiento M66, han puesto de manifiesto el retroceso democrático de Togo. Los manifestantes exigen la destitución del presidente y el fin de las prácticas autoritarias. Las protestas de junio llevaron a enfrentamientos violentos con la policía, resultando en arrestos, palizas e incluso muertes. Grupos de derechos humanos han denunciado asesinatos extrajudiciales, con cuerpos de víctimas encontrados en ríos cerca de Lomé, aunque el gobierno atribuye estas muertes a ahogamientos accidentales.

Un panorama sombrío para la democracia

Las elecciones municipales, celebradas en condiciones tan difíciles, reflejan la creciente crisis política en Togo. Los grupos de la sociedad civil y los observadores internacionales consideran este proceso como un símbolo del creciente control del gobierno sobre las instituciones democráticas. Mientras persiste la agitación, el futuro del país sigue siendo incierto, con crecientes demandas de reformas políticas y rendición de cuentas.



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