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México eleva aranceles para proteger la industria y reforzar alianzas comerciales
El Congreso de México aprobó un amplio paquete de aumentos arancelarios sobre las importaciones provenientes de varios países asiáticos, lo que marca un cambio importante en la política comercial del país. La medida busca tanto proteger a los productores nacionales como fortalecer las relaciones con Estados Unidos.
Según la nueva legislación, los aranceles de importación aumentarán hasta un 50 por ciento en más de 1.400 categorías de productos, principalmente procedentes de China, India, Corea del Sur, Tailandia e Indonesia. La ley, que fue aprobada con amplio respaldo en ambas cámaras, entrará en vigor el 1 de enero de 2026. El Ministerio de Hacienda de México estima que estas tarifas generarán aproximadamente 51.9 mil millones de pesos (unos 3.76 mil millones de dólares) en ingresos adicionales anuales.
Consideraciones estratégicas e influencia estadounidense
Los analistas económicos sostienen que la decisión está fuertemente motivada por razones diplomáticas, ya que el gobierno de Claudia Sheinbaum se prepara para la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La medida se interpreta como una señal de buena voluntad hacia Washington, en momentos en que México busca alivio ante ciertas restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos.
China será el país más afectado, dado su papel como segundo mayor origen de importaciones mexicanas después de Estados Unidos. Solo en 2024, las exportaciones chinas a México alcanzaron unos 130 mil millones de dólares. Pekín ya ha criticado estas medidas a través de su Ministerio de Comercio, advirtiendo que podrían “dañar seriamente” el comercio bilateral y exhortando a México a reconsiderar lo que calificó como acciones “unilaterales y proteccionistas”.
Reacciones internas y riesgos económicos
El proyecto aprobado representa un compromiso más moderado después de que una propuesta anterior con tasas más altas se estancara en el Congreso. Aun así, los nuevos aranceles han generado reacciones encontradas. Los defensores argumentan que la medida protegerá a los fabricantes nacionales frente a la competencia de productos asiáticos de bajo costo, mientras que los críticos advierten sobre riesgos inflacionarios y posibles afectaciones a las cadenas de suministro.
El poderoso sector automotriz mexicano, uno de los principales exportadores del país, ha mostrado especial preocupación por el impacto que los nuevos aranceles podrían tener sobre la importación de componentes esenciales, como pantallas táctiles para tableros digitales, lo que podría elevar los costos y reducir la competitividad internacional.
Pese a la controversia, el gobierno sostiene que la política busca equilibrar los intereses económicos nacionales con los compromisos internacionales. El verdadero impacto de esta medida se revelará conforme se acerque su aplicación efectiva.
