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Rusia advierte represalias si tropas extranjeras entran en Ucrania
Rusia ha lanzado una seria advertencia de que responderá con firmeza ante cualquier despliegue de tropas extranjeras en territorio ucraniano, en medio del debate europeo sobre una posible participación militar y la continuación de la incautación de activos financieros rusos. La advertencia refleja un aumento de las tensiones mientras avanzan los esfuerzos diplomáticos por establecer un marco de paz para poner fin al conflicto.
Moscú advierte que está preparada para responder
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, declaró ante el Consejo de la Federación que Moscú “no tolerará el despliegue de contingentes militares europeos en Ucrania”. Aseguró que Rusia reaccionará con firmeza ante cualquier “medida hostil”, incluida la utilización de fondos financieros rusos congelados por naciones occidentales para apoyar a Kiev.
Lavrov afirmó que el presidente Vladímir Putin no pretende “librar una guerra con Europa”, pero advirtió que Rusia “defenderá sus intereses con firmeza” si es provocada. Las declaraciones llegan mientras los líderes europeos se acercan a una decisión final sobre el uso de entre 210 y 250 mil millones de dólares en fondos rusos para respaldar a Ucrania.
También calificó la diplomacia occidental de “políticamente ciega”, y acusó a las capitales europeas de perseguir la “ilusión” de derrotar a Rusia a través de una guerra indirecta en Ucrania. Lavrov criticó lo que describió como un “cálculo erróneo” de la determinación a largo plazo de Moscú.
Las negociaciones de paz ponen a prueba la unidad internacional
Paralelamente, Ucrania y sus aliados continúan ajustando un nuevo plan de paz de 20 puntos que será presentado a Washington tras semanas de discusiones. La propuesta revisa borradores anteriores que fueron criticados por incluir demandas rusas.
Líderes europeos, entre ellos el presidente francés Emmanuel Macron, el canciller alemán Friedrich Merz y el primer ministro británico Keir Starmer, se reunieron con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en Londres para coordinar sus posiciones. Los mandatarios reafirmaron la necesidad de una “paz justa y duradera” respaldada por sólidas garantías a largo plazo.
Sin embargo, el progreso sigue siendo lento. Persisten los desacuerdos clave sobre la soberanía territorial, los acuerdos de seguridad posteriores a la guerra y el posible papel de fuerzas extranjeras en Ucrania. A pesar de las advertencias de Moscú, continúan las discusiones a puerta cerrada sobre la participación europea limitada después del conflicto.
Los observadores afirman que estas vías paralelas de confrontación y negociación reflejan un delicado equilibrio entre la disuasión y la diplomacia. Mientras Europa debate sus próximos pasos y Ucrania busca un apoyo occidental más firme, el resultado podría definir la arquitectura de seguridad del continente durante las próximas décadas.
