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Enfrentamiento en Silicon Valley: Elon Musk vs. Sam Altman por OpenAI
Elon Musk y Sam Altman, dos de las figuras más influyentes de Silicon Valley, protagonizan una intensa disputa pública sobre el futuro de OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT. El conflicto surge por la transición de OpenAI de una organización sin fines de lucro a un modelo con fines de lucro, un cambio que Musk rechaza firmemente.
El CEO de Tesla y SpaceX ha presentado múltiples demandas para frenar esta reestructuración. Recientemente, Musk ofreció 97.400 millones de dólares para adquirir OpenAI con el argumento de preservar su misión original: garantizar que la inteligencia artificial beneficie a la humanidad. Sin embargo, Altman rechazó rápidamente la propuesta. Musk luego declaró que retiraría su oferta si OpenAI permanecía como una organización sin fines de lucro, lo que limitaría su acceso a financiamiento.
El Origen del Conflicto
Musk y Altman cofundaron OpenAI en 2015 con el objetivo de desarrollar inteligencia artificial segura y enfocada en la investigación. Sin embargo, en 2017, se hizo evidente que la empresa necesitaría grandes sumas de dinero para avanzar en la inteligencia artificial general. OpenAI sostiene que Musk propuso convertir la organización en una entidad con fines de lucro bajo su liderazgo. Ante la falta de consenso, Musk presuntamente retuvo fondos y abandonó la empresa en 2018.
Tras su salida, OpenAI evolucionó. En 2019, creó una filial con fines de lucro para atraer inversores y, en 2022, ganó reconocimiento mundial con el lanzamiento de ChatGPT.
Las tensiones resurgieron en 2023 cuando Microsoft invirtió 10.000 millones de dólares en OpenAI, sumándose a una inversión previa de 3.000 millones. Musk acusó a OpenAI de convertirse en una filial de Microsoft, calificando la operación de engañosa y denunciando un intento de monopolizar la inteligencia artificial. También alegó que Altman disuadió a inversionistas de financiar su empresa rival, xAI.
Una Guerra de Declaraciones
El conflicto no se ha limitado a los tribunales. Cuando Musk propuso comprar OpenAI, Altman respondió sarcásticamente en X (antes Twitter), ofreciendo adquirir la plataforma por 9.740 millones de dólares. Musk le llamó "estafador" en respuesta.
Altman ha sugerido en entrevistas que Musk actúa por inseguridad más que por un genuino interés en el futuro de la IA. Por su parte, Musk ha calificado a Altman de oportunista y lo acusa de anteponer intereses financieros a la misión de OpenAI.
El Futuro de OpenAI
OpenAI defiende su conversión en empresa con fines de lucro alegando la necesidad de nuevas inversiones, especialmente de SoftBank, que ha valorado la compañía en 260.000 millones de dólares. Expertos sostienen que la reestructuración debe garantizar una compensación justa a la parte sin fines de lucro, pero la oferta de Musk complica las negociaciones.
OpenAI ha solicitado que se desestime la demanda de Musk, negando que haya bloqueado financiación para otras empresas. Sus abogados argumentan que las preocupaciones de Musk sobre OpenAI solo parecen válidas cuando él mismo es el comprador potencial.
Mientras las tensiones aumentan, la disputa por OpenAI refleja un debate más profundo sobre la comercialización de la inteligencia artificial, el control corporativo y la responsabilidad ética.