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Las deportaciones masivas de migrantes de Argelia encienden tensiones diplomáticas con Níger
Argelia ha expulsado a casi 5,000 migrantes africanos hacia el vecino Níger desde principios de abril, lo que agrava las ya precarias relaciones diplomáticas entre ambas naciones, según informa la televisión estatal de Níger.
En una declaración emitida esta semana, Télé Sahel, la emisora estatal de Níger, condenó las acciones de Argelia, afirmando que el país ha ignorado las leyes africanas e internacionales al eliminar forzosamente a miles de migrantes, incluidos nigerianos, de su territorio.
Entre el 1 y el 21 de abril, las autoridades argelinas deportaron a 2,753 ciudadanos nigerianos, entre los cuales se encontraban 308 menores y 196 mujeres, según funcionarios de seguridad en Assamaka, un pueblo fronterizo en Níger. Estos individuos fueron transportados en lo que los funcionarios describieron como "convoyes oficiales", que implicaban vehículos proporcionados bajo acuerdos bilaterales, y fueron recibidos por las autoridades locales a su llegada.
Además de este grupo, otros 2,222 migrantes llegaron a Assamaka a pie, una categoría referida como "deportados a pie". Este grupo incluía a 146 nigerianos y 2,076 individuos de otros países africanos.
Informes de Télé Sahel destacaron la difícil situación de aquellos abandonados en la frontera, obligados a recorrer aproximadamente 15 kilómetros en condiciones extremas para llegar a un lugar seguro. La cadena transmitió imágenes angustiosas de migrantes exhaustos llegando a Assamaka, muchos de los cuales sufrían lesiones durante su odisea, supuestamente infligidas por las fuerzas de seguridad argelinas.
Se han emitido advertencias sobre el potencial de que esta crisis humanitaria se convierta en una catástrofe. El general Mohamed Toumba, ministro del Interior de Níger, comentó sobre las implicaciones de seguridad de las deportaciones, expresando su preocupación por el impacto en la estabilidad de Níger y pidiendo ayuda a la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU y al Alto Comisionado para los Refugiados para facilitar el regreso de los migrantes a sus países de origen.
El trasfondo de estas expulsiones es un notable deterioro en las relaciones de Argelia con varios estados del Sahel. Recientemente, los embajadores de Malí, Níger y Burkina Faso fueron retirados de Argelia tras acusaciones de que las fuerzas argelinas derribaron un dron maliense. Argelia desestimó estas acusaciones, afirmando que actuó contra un dron armado que había violado su espacio aéreo.
Las tensiones aumentaron aún más el año pasado cuando el gobierno militar de Níger convocó al embajador argelino para abordar preocupaciones sobre la "naturaleza violenta" de las operaciones de deportación. Argelia respondió convocando al embajador de Níger, caracterizando las acusaciones como "infundadas".
Desde 2014, Argelia ha estado expulsando a migrantes irregulares de Níger y otros países africanos, muchos de los cuales utilizan Argelia como punto de tránsito hacia Europa. En 2024, más de 31,000 migrantes fueron deportados de Argelia a Níger, marcando un récord según la ONG nigerina Alarme Phone Sahara.
Existen especulaciones de que el aumento en las deportaciones puede estar relacionado con las negociaciones diplomáticas en curso entre Malí, Burkina Faso y Níger sobre relaciones con Israel, así como una posible represalia por el apoyo de Níger a Malí en medio de la crisis diplomática que involucra a Argelia y los estados del Sahel.