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Según el FBI, hackers iraníes entregaron datos robados de la campaña de Trump a asociados de la campaña de Biden
En una revelación sorprendente, el FBI, junto con la Oficina del Director de Inteligencia Nacional y la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad, ha expuesto una operación encubierta de hackers iraníes. Estos hackers, con una agenda política clara, han estado enviando "correos electrónicos no solicitados" que contienen información robada y no pública de la campaña del expresidente Donald Trump a los asociados de su rival demócrata, el presidente Joe Biden.
Las agencias gubernamentales enfatizaron que no había indicios de una respuesta por parte de los asociados de la campaña de Biden, pero la intención detrás de estos correos electrónicos era evidente: sembrar discordia y erosionar la confianza en el proceso electoral estadounidense. Esta revelación sirve como un recordatorio contundente de la creciente interferencia extranjera en las elecciones de EE. UU., con Rusia, Irán y China como los principales culpables.
Los intentos de hackeo iraníes han estado en marcha desde junio, con un enfoque en transmitir material no público relacionado con la campaña de Trump a organizaciones mediáticas. El FBI está rastreando activamente esta actividad, destacando la seriedad de la situación.
En una declaración, la portavoz de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, acusó a los iraníes de intentar ayudar a la vicepresidenta Kamala Harris, quien reemplazó a Biden como la nominada demócrata, debido a su expectativa de que Trump reinstaurara duras sanciones contra Irán. El propio Trump recurrió a Truth Social, afirmando que Harris y su campaña estaban involucrados en espionaje ilegal, refiriéndose a ello como el "caso de Irán, Irán, Irán."
Sin embargo, la portavoz de la campaña de Harris, Morgan Finkelstein, afirmó que la campaña ha cooperado con las fuerzas del orden desde que se enteró del esfuerzo de hackeo. Finkelstein aclaró que el material se envió a correos electrónicos personales de algunas personas, pareciendo ser intentos de spam o phishing, y que la campaña en sí no fue directamente atacada.
Tres fuentes federales de las fuerzas del orden confirmaron la exactitud de la declaración de la campaña de Harris a NBC News. Explicaron que la información robada de la campaña de Trump fue rastreada, y se determinó que varias personas vinculadas a la campaña de Biden recibieron los correos electrónicos. Las fuentes añadieron que los destinatarios no respondieron a los correos electrónicos y es posible que ni siquiera los hayan abierto, ya que parecían ser intentos de phishing.
Irán ha negado rotundamente estas acusaciones, con su embajador ante las Naciones Unidas calificándolas de "completamente infundadas" y "carentes de credibilidad". Teherán ha afirmado que no tiene intención de interferir en las elecciones de EE. UU. y ha pedido a los Estados Unidos que presenten pruebas para respaldar estas afirmaciones.
El Grupo de Análisis de Amenazas de Google, que monitorea ataques cibernéticos respaldados por gobiernos, informó el mes pasado que un grupo de hackers iraníes vinculado al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica había atacado tanto a las campañas de Trump como a las de Biden-Harris en una operación de phishing en mayo y junio. Este informe agrega más peso a las afirmaciones del FBI.
El Departamento de Justicia ya había acusado a iraníes de injerencia electoral durante las elecciones presidenciales de 2020, inculpando a dos individuos por una campaña "habilitada cibernéticamente" para influir en los votantes estadounidenses. Con las elecciones de 2024 acercándose, el gobierno de EE. UU. está en alerta máxima ante cualquier interferencia extranjera, particularmente de Irán, que tiene un historial de tales actividades.
A medida que continúa la investigación sobre este ciberespionaje político, el gobierno de EE. UU. y sus agencias de aplicación de la ley están trabajando para garantizar la integridad del proceso electoral y proteger contra cualquier amenaza potencial. Se insta al público a mantenerse alerta y a reportar cualquier actividad sospechosa relacionada con las elecciones.
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