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Migración rural a urbana en Marruecos revela desequilibrios de desarrollo
Un reciente informe del Alto Comisionado para la Planificación (HCP) de Marruecos revela que la migración interna continúa destacando las disparidades en el modelo de desarrollo del país, con las zonas rurales perdiendo millones de residentes en favor de los centros urbanos. Los hallazgos subrayan la necesidad de políticas territoriales más equitativas para abordar estos desequilibrios y fomentar un crecimiento inclusivo.
Un cambio estructural en la demografía de Marruecos
Los datos del Censo General de Población y Vivienda de 2024 muestran que la migración interna sigue siendo un motor significativo de los cambios demográficos en Marruecos, redistribuyendo poblaciones entre regiones en medio de desigualdades territoriales persistentes.
El HCP define la migración interna como el movimiento de personas entre comunas locales durante un período superior a seis meses. El informe indica que, aunque el 59,7 % de los marroquíes reside en su lugar de nacimiento, casi el 39,6 % se ha mudado al menos una vez dentro del país.
Las áreas urbanas continúan dominando como principales destinos, beneficiándose de mejores oportunidades laborales, infraestructura y estándares de vida. Cabe destacar que las mujeres ahora representan el 43,7 % de los migrantes internos, reflejando cambios en las dinámicas sociales y económicas a medida que más mujeres persiguen la educación, el empleo y mudanzas relacionadas con la familia.
Las regiones de Casablanca-Settat, Rabat-Sale-Kenitra y Tánger-Tetuán-Alhucemas siguen siendo las más preferidas debido a su sólida infraestructura, diversificación económica e importancia administrativa. En contraste, regiones como Marrakech-Safi, Fez-Mequinez, Beni Mellal-Jenifra y Drâa-Tafilalet experimentan pérdidas significativas de población debido a oportunidades limitadas.
Las zonas rurales continúan en declive
El informe destaca la persistente migración rural-urbana, que representa casi un tercio de los movimientos internos. Este éxodo es impulsado por aspiraciones de mejores condiciones de vida, acceso a la educación y mejor atención médica.
Las regiones rurales han perdido aproximadamente cuatro millones de residentes hacia las ciudades, ampliando aún más la brecha en la atractividad territorial. La migración inversa de los centros urbanos a las zonas rurales sigue siendo rara y generalmente se asocia con jubilados o personas que regresan a sus hogares familiares.
Sin embargo, las provincias del sur, incluidas Laayoune-Sakia El Hamra y Dakhla-Oued Eddahab, están emergiendo como nuevos centros de migración. Las inversiones en infraestructura y proyectos de desarrollo a gran escala han hecho que estas áreas sean cada vez más atractivas, con algunas registrando tasas de entrada de nuevos residentes superiores al 60 %.
Abordar las disparidades en el desarrollo
Si bien la migración interna ayuda a redistribuir la población, el HCP advierte que expone la concentración desigual de oportunidades a lo largo del eje atlántico de Marruecos. Casablanca-Settat y Rabat-Sale-Kenitra registraron ganancias netas de migración de más de 800,000 y 480,000 personas, respectivamente, mientras que regiones como Marrakech-Safi y Drâa-Tafilalet perdieron más de 700,000 residentes.
Para contrarrestar estos desequilibrios, el HCP llama a replantear las políticas territoriales para garantizar un desarrollo más equitativo. Estimular la inversión, crear oportunidades laborales y mejorar la infraestructura en las regiones menos atractivas se consideran pasos esenciales para reducir las desigualdades sociales y espaciales.