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Revival Supersónico: EE. UU. A Punto de Romper la Barrera del Sonido 20 Años Después del Concorde
Veinte años después de la retirada del icónico Concorde, Estados Unidos está al borde de inaugurar una nueva era de vuelos supersónicos. Boom Supersonic, una startup con sede en Colorado, ha recibido recientemente un permiso especial para probar su avión experimental, el XB-1, a velocidades que superan Mach 1.
Fundada en 2014, Boom Supersonic ha estado trabajando incansablemente para resucitar el sueño de los viajes comerciales supersónicos. El 22 de marzo, la compañía logró un hito significativo con el vuelo inaugural del XB-1, marcando una década de desarrollo. Ahora, los fundadores de Boom Supersonic tienen la vista puesta en romper la barrera del sonido, un logro no conseguido en la aviación civil durante más de dos décadas.
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha dado luz verde para los primeros vuelos de prueba supersónicos desde la retirada del Concorde. Blake Scholl, CEO y fundador de Boom Supersonic, anunció que la empresa ha recibido permiso para realizar entre 10 y 20 vuelos en un área de prueba especialmente designada. Estas pruebas llevarán al XB-1 a sus límites, con el avión previsto para superar Mach 1 (la velocidad del sonido, aproximadamente 340 m/s) y potencialmente alcanzar Mach 1.3 en un futuro cercano.
Sin embargo, las ambiciones de Boom Supersonic van mucho más allá de meras demostraciones tecnológicas. La compañía busca tener éxito donde el Concorde fracasó, haciendo que el vuelo supersónico sea comercialmente viable y más accesible. Su visión incluye reducir los tiempos de viaje en rutas de larga distancia, lo que podría revolucionar los viajes de negocios y el turismo internacional.
A pesar de la emoción que rodea este proyecto, enfrenta desafíos y críticas significativas. Las preocupaciones medioambientales son grandes, con escépticos que cuestionan el impacto ecológico de los vuelos supersónicos en una era cada vez más centrada en la sostenibilidad. Boom Supersonic ha sido reservado sobre el consumo de combustible de sus aviones, lo que ha llevado a especulaciones sobre su huella ambiental.
Los críticos argumentan que el desarrollo de aviones de pasajeros supersónicos va en contra de los esfuerzos actuales de la industria de la aviación para volverse más ecológica. Mientras que los aviones comerciales modernos están diseñados con la eficiencia del combustible y la reducción de emisiones en mente, el regreso del vuelo supersónico podría verse como un paso atrás en términos de responsabilidad ambiental.
A medida que Boom Supersonic avanza con sus ambiciosos planes, el mundo de la aviación observa con una mezcla de anticipación y precaución. El éxito de las pruebas del XB-1 podría marcar el comienzo de un nuevo capítulo en los viajes aéreos, pero quedan preguntas sobre la practicidad, el costo y el impacto ambiental de los vuelos de pasajeros supersónicos en el siglo XXI.
Los próximos meses serán cruciales para Boom Supersonic mientras intentan demostrar que su visión de un viaje más rápido que el sonido puede coexistir con las realidades ambientales y económicas modernas. Si esto representa el amanecer de una nueva era en la aviación o un eco fugaz del pasado, aún está por verse.