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Navegando Desafíos con Esperanza: El Comienzo Optimista de la Campaña Agrícola 2024/2025 en Marruecos
Marruecos inicia su campaña agrícola 2024/2025 con un optimismo cauteloso, impulsado por las recientes lluvias que han ayudado a revitalizar los acuíferos y mejorar los niveles de los embalses. Este prometedor desarrollo ofrece una chispa de esperanza para la recuperación de un sector que enfrentó importantes dificultades durante el año anterior.
Las precipitaciones registradas entre el 1 de septiembre y el 6 de diciembre de 2024 marcan un punto de inflexión en las perspectivas agrícolas del país. Durante este periodo, la precipitación media nacional alcanzó los 50 mm, casi el doble de los 27 mm registrados en los mismos meses de 2023. Se espera que este aumento no solo reponga los acuíferos, sino que también proporcione la humedad vital para los cultivos, especialmente los cereales, que son cruciales para el éxito de la temporada.
Además, los embalses del país han mostrado mejoras. A fecha del 18 de diciembre de 2024, el índice de llenado de estos embalses se situaba en un 28,7%, un incremento de 5,2 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. Este aumento, que eleva el volumen total de agua almacenada a más de 4.8 mil millones de metros cúbicos, ofrece una esperanza de que el sector pueda recuperarse de las pérdidas significativas sufridas durante la campaña 2023/2024, que vio una caída del 43% en la producción de cereales, alcanzando solo 31,2 millones de quintales.
Zakaria Abbass, investigador y profesor de estrategia empresarial en la Universidad Euro-Mediterránea de Fez, subraya la importancia de estas lluvias, describiéndolas como una vital salvaguarda para la agricultura marroquí. "Estas lluvias tardías no solo repoblarán los acuíferos, sino que también mejorarán la humedad del suelo, factores clave para un buen inicio de la siembra de cereales", afirma. Sin embargo, advierte que la recuperación total del sector agrícola depende de la continuidad de las lluvias en los próximos meses y del uso eficaz de los sistemas de riego para abordar los déficits hídricos previos.
Si bien las mejoras recientes ofrecen esperanza, los expertos insisten en la necesidad de cautela. El cambio climático y la incertidumbre de los patrones meteorológicos siguen representando riesgos constantes. Abbass aconseja que, aunque las perspectivas actuales son positivas, es crucial mantenerse preparados ante posibles extremos climáticos. Por ello, los expertos siguen destacando la importancia de pronósticos prudentes y la flexibilidad para adaptarse a los desafíos que puedan surgir.
Para mitigar estos riesgos y apoyar la campaña agrícola 2024/2025, el Ministerio de Agricultura ha puesto en marcha una serie de iniciativas dirigidas a apoyar a los agricultores. Entre estas medidas se incluyen la distribución de semillas certificadas a precios reducidos, la oferta de subvenciones para fertilizantes y el lanzamiento de un ambicioso programa de riego que cubre 700,000 hectáreas.
Abbass destaca que estas iniciativas son beneficiosas para reducir los costos de producción de los agricultores. Sin embargo, señala que se requiere más apoyo, como facilitar el acceso al crédito agrícola y revisar la cadena de suministro para prevenir la inflación de precios causada por la especulación del mercado. Además, enfatiza la necesidad de intervenciones específicas en regiones vulnerables a la sequía, como Draâ-Tafilalet, donde serán esenciales las variedades de semillas resistentes a la sequía y una infraestructura hídrica más robusta.
A pesar de estos desafíos, la agricultura sigue siendo un pilar clave de la economía de Marruecos. El sector de la Agricultura y Agroalimentación, por ejemplo, registró un aumento del 22% en las exportaciones durante el primer mes del cuarto trimestre de 2024, una notable recuperación frente a la caída del 0,6% observada en el mismo periodo de 2023. Los cultivos clave como hortalizas, cereales y legumbres, respaldados por subsidios y seguros climáticos, se espera que desempeñen un papel crucial en la estabilización de los precios nacionales y el refuerzo de la seguridad alimentaria del país.
A medida que avanza la temporada de siembra, los expertos destacan la importancia de mantener la vigilancia ante la volatilidad climática en curso. La adopción de tecnologías modernas, como el uso de sensores remotos para una gestión más eficiente del riego, junto con el apoyo dirigido a los pequeños agricultores, será clave para navegar estos desafíos de manera efectiva. Abbass también sostiene que la transformación digital y la integración de tecnologías agrícolas inteligentes son fundamentales para mejorar tanto la gestión de los cultivos como de los recursos en el futuro.
En conclusión, aunque la campaña agrícola 2024/2025 de Marruecos comienza con una nota esperanzadora, está claro que el camino por delante sigue estando lleno de desafíos. La recuperación agrícola del país dependerá no solo de los patrones climáticos favorables, sino también de medidas estratégicas y adaptativas para abordar los riesgos climáticos y garantizar un crecimiento sostenible. Con un enfoque equilibrado que combine optimismo y cautela, Marruecos puede avanzar hacia un futuro agrícola más resiliente.