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Cómo la NASA convirtió el telescopio Hubble en un innovador limpiador de cámaras UV
El mundo de la astronomía tiene una regla de oro: nunca mirar directamente al sol. Esta advertencia resuena en conferencias públicas y eventos de observación estelar, ya que la luz solar sin filtrar puede dañar permanentemente las retinas humanas y el equipo óptico. Sin embargo, en una notable excepción a este principio, la NASA una vez apuntó deliberadamente el Telescopio Espacial Hubble hacia nuestra estrella más cercana.
La historia comienza a finales de los años 80, cuando los ingenieros encontraron un desafío significativo con la Cámara Planetaria/de Campo Amplio (WF/PC) del Hubble. La cámara sufría de histéresis de eficiencia cuántica (QEH), una condición donde los objetos brillantes dejaban imágenes residuales persistentes que comprometían las observaciones posteriores.
Los ingenieros descubrieron que la luz ultravioleta (UV) podía reiniciar los detectores de la cámara. En lugar de construir una fuente de luz UV especializada, idearon una solución innovadora: aprovechar la radiación UV natural del sol directamente desde el espacio.
La ejecución requirió una planificación precisa y una cuidadosa ingeniería. En lugar de apuntar el Hubble directamente al sol, lo que habría destruido sus instrumentos sensibles, el equipo dirigió el telescopio hacia el "antisol" - un punto exactamente opuesto a la posición del sol. Luego utilizaron un reflector especialmente diseñado, similar a un periscopio, para capturar y redirigir la luz solar filtrada hacia el WF/PC.
En diciembre de 1990, poco después del lanzamiento del Hubble, la NASA implementó este audaz plan. El telescopio realizó una serie de movimientos cuidadosamente coreografiados, creando un mosaico de exposiciones de fracción de segundo a través de la superficie solar. Aunque algunos intentos fallaron, los escaneos exitosos lograron dos resultados significativos: limpiaron exitosamente los detectores de la cámara y produjeron las primeras imágenes UV lejanas del sol.
A pesar de las imperfecciones y artefactos en las imágenes, esta observación sin precedentes precedió a observatorios solares especializados como el Observatorio Solar y Heliosférico (SOHO). La misión también proporcionó datos valiosos sobre la reflexión de la luz dentro del telescopio, mejorando futuras observaciones y procedimientos de calibración.
Esta solución creativa a un problema técnico demuestra el pensamiento innovador detrás de la exploración espacial. Mientras los astrónomos continúan advirtiendo contra la observación solar sin protección, este riesgo calculado muestra cómo la ingeniería cuidadosa puede transformar una fuerza potencialmente destructiva en una herramienta útil.
El éxito de este enfoque poco convencional no solo resolvió el desafío técnico inmediato, sino que también contribuyó a nuestra comprensión de las técnicas de observación solar, demostrando que a veces las soluciones más efectivas provienen de pensar fuera de los límites tradicionales.