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Israel lleva a cabo un 'ataque dirigido' en Beirut, lo que lleva a Hezbollah a responder con un bombardeo después de que su líder promete venganza por las detonaciones de los dispositivos
En una escalada dramática de tensiones, Israel y Hezbollah han llevado a cabo una serie de ataques y contraataques, acercando al Medio Oriente al borde de una guerra total. Los últimos acontecimientos han enviado ondas de choque a través de la región, con ambas partes prometiendo venganza y represalias.
El catalizador de este conflicto en escalada fue una ola de ataques sin precedentes dirigidos a los dispositivos de comunicación de Hezbollah. Miles de beepers y walkie-talkies explotaron simultáneamente en Líbano, resultando en una devastadora pérdida de vidas y un miedo y caos generalizados. Al menos 37 personas, incluidos dos niños, fueron asesinadas, y casi 3,000 resultaron heridas, siendo la mayoría de las víctimas civiles.
En respuesta a estos ataques, el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, prometió retaliar, acusando a Israel de un acto de guerra. Mientras los aviones de guerra israelíes rugían sobre Beirut, creando estallidos sónicos ensordecedores, Nasrallah declaró que el enemigo había cruzado todas las líneas rojas. A pesar de la intensa presión, Nasrallah se abstuvo de especificar la naturaleza o el momento de la respuesta de Hezbollah, dejando a la región en un estado de ansiedad elevada.
A medida que aumentaban las tensiones, Israel lanzó lo que describió como un "ataque dirigido" sobre Beirut, la capital libanesa. Las fuerzas militares israelíes afirmaron haber golpeado un objetivo específico, aunque la naturaleza exacta del ataque sigue sin estar clara. El ministerio de salud de Líbano reportó al menos tres muertos y diecisiete heridos en el ataque.
Hezbollah, a su vez, respondió bombardeando una base de defensa aérea y cuarteles militares en el norte de Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) confirmaron que aproximadamente 140 lanzamientos fueron identificados cruzando hacia el territorio israelí, con algunos interceptados con éxito. El ministerio de Relaciones Exteriores de Israel advirtió que aquellos que dañen al pueblo israelí pagarán el precio, enfatizando el compromiso del país de defender a sus ciudadanos.
La situación ha suscitado una creciente preocupación internacional, con Estados Unidos y sus aliados pidiendo moderación. La fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en el sur de Líbano instó a todos los actores a desescalar de inmediato, mientras que el Consejo de Seguridad de la ONU se prepara para reunirse y discutir la crisis.
A medida que el conflicto se intensifica, permanecen preguntas sobre cómo Israel logró plantar explosivos en miles de dispositivos de comunicación distribuidos entre los operativos de Hezbollah. Empresas en Taiwán, Japón y Bulgaria, cuyos logotipos aparecieron en los dispositivos, han negado cualquier participación, afirmando que los dispositivos fueron fabricados por una empresa húngara autorizada a usar sus logotipos.
Con el Medio Oriente al borde, el conflicto entre Israel y Hezbollah tiene el potencial de descontrolarse, con consecuencias devastadoras para la región y más allá. A medida que ambas partes participan en un peligroso juego de retaliación y venganza, la comunidad internacional observa con aliento contenido, esperando una solución diplomática para prevenir más derramamiento de sangre.