- 12:05ASEAN refuerza lazos con China y los Estados del Golfo ante la amenaza de aranceles de EE. UU.
- 11:34Tesla en caída libre en Europa
- 09:02Actualización del conflicto Rusia-Ucrania día 1,188
- 14:07BTR prevé ingresos anuales de 1200 millones de dólares por sus plantas de baterías en Marruecos
- 11:34Hong Kong abre sus universidades a estudiantes afectados por el veto de Trump a Harvard
- 10:50La interacción entre diplomacia y poder blando en las relaciones internacionales
- 08:50La construcción de la gigafábrica de Gotion comenzará en Kenitra
- 07:30Trump revoca a Harvard el derecho de admitir estudiantes internacionales
- 13:03Pakistán refuerza lazos con China en medio del alto el fuego con India y la mediación estadounidense
Síguenos en Facebook
Estados Unidos y China acuerdan reducir aranceles, señalando una pausa en la guerra comercial
Estados Unidos y China han alcanzado un histórico acuerdo para reducir significativamente los aranceles sobre los productos del otro durante un período de 90 días, marcando un momento pivotal en sus relaciones comerciales en curso. Este acuerdo, anunciado por el Secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, surgió de las negociaciones realizadas durante el fin de semana en Ginebra, Suiza.
Bajo los términos del acuerdo, Estados Unidos reducirá su arancel sobre las importaciones chinas del 145% al 30%, mientras que China disminuirá sus impuestos sobre los productos estadounidenses del 125% al 10%. Esta tregua entrará en vigor el miércoles 14 de mayo.
“Hemos llegado a un acuerdo sobre una pausa de 90 días”, declaró Bessent durante una conferencia de prensa. “El consenso de ambas delegaciones es que ninguna de las partes quería una desacoplamiento”. Este sentimiento refleja un deseo mutuo de estabilizar las interacciones económicas y evitar una mayor escalada de tensiones.
El avance se produce tras una serie de conversaciones comerciales en Ginebra, donde los funcionarios establecieron un marco para discusiones continuas sobre relaciones económicas y comerciales. Bessent continuará representando a Estados Unidos en negociaciones futuras, mientras que el Viceprimer Ministro chino, He Lifeng, abogará por los intereses de su país.
Las reacciones del mercado ante el anuncio fueron en su mayoría positivas. El índice Hang Seng en Hong Kong vio un aumento significativo del 3.4%, mientras que el FTSE 100 del Reino Unido subió un 0.7%. Además, los precios del petróleo se dispararon, con el Brent Crude aumentando un 2.8%. Los futuros vinculados al Nasdaq también indicaron una perspectiva prometedora, sugiriendo un aumento esperado del 3.3%.
A pesar de este respiro temporal, los analistas advierten sobre la complacencia. Si bien el acuerdo proporciona una pausa muy necesaria, no aborda los problemas más profundos que han caracterizado las relaciones entre EE. UU. y China, como los derechos de propiedad intelectual, las transferencias forzadas de tecnología y las alegaciones de subsidios gubernamentales injustos.
La Cámara Internacional de Comercio ha solicitado un plan integral para guiar futuras negociaciones bajo el nuevo mecanismo de consulta económica establecido. Cabe destacar que el acuerdo permite que un 20% del arancel estadounidense permanezca en vigor, dirigido específicamente a obligar a China a abordar la crisis de fentanilo, una preocupación urgente para los funcionarios estadounidenses. Bessent expresó optimismo respecto a la disposición de China para involucrarse en este asunto, señalando que los funcionarios chinos han reconocido la gravedad de la crisis.
El ministerio de comercio de China ha confirmado la suspensión de todas las contramedidas arancelarias impuestas contra EE. UU. desde principios de abril. En un comunicado, el ministerio enfatizó que este movimiento se alinea con las expectativas de productores y consumidores en ambas naciones, expresando la esperanza de una colaboración continua en cuestiones comerciales.
El momento de esta reducción arancelaria es crítico para ambas economías. Los minoristas estadounidenses han advertido sobre la inminente escasez, mientras que las fábricas chinas han informado de importantes caídas en los pedidos de exportación, exacerbando los desafíos que enfrenta su economía.
En resumen, aunque este acuerdo señala un paso esperanzador en las relaciones EE. UU.-China, también sirve como recordatorio de las complejidades inherentes en sus interacciones económicas. La ventana de 90 días brinda a ambas naciones la oportunidad de abordar problemas de larga data que tienen el potencial de moldear el futuro de su relación comercial.
Comentarios (0)