Trump evalúa un ataque estadounidense a Irán ante creciente conflicto

El presidente Donald Trump anunció que tomará una decisión en un plazo de dos semanas sobre una posible implicación directa de Estados Unidos en el conflicto entre Israel e Irán. Su decisión dependerá de si existe una oportunidad real de reanudar negociaciones sobre el programa nuclear iraní, mientras los enfrentamientos entre ambos países continúan intensificándose.

Según un comunicado leído por la portavoz Karoline Leavitt, Trump está considerando atacar la instalación de enriquecimiento de uranio en Fordo, altamente protegida y situada bajo una montaña, solo accesible con bombas perforadoras avanzadas.

Ese mismo día, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, amenazó al líder supremo iraní, Ayatollah Ali Khamenei, después de que misiles iraníes impactaran en un hospital del sur de Israel y en zonas residenciales cerca de Tel Aviv, dejando al menos 240 heridos. Katz afirmó que Khamenei “no debe seguir existiendo”.

Mientras los rescatistas evacuaban a los pacientes del hospital dañado, aviones israelíes intensificaron los ataques contra el programa nuclear iraní. Desde las inmediaciones del hospital Soroka en Beerseba, el primer ministro Benjamin Netanyahu expresó su confianza en que Trump tomará la mejor decisión para Estados Unidos, destacando que ya están recibiendo mucha ayuda.

En paralelo, se abría una vía diplomática. El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, se preparaba para reunirse en Ginebra con diplomáticos de la Unión Europea, el Reino Unido, Francia y Alemania.

El conflicto se desató hace una semana con ataques aéreos israelíes contra instalaciones nucleares y militares, además de científicos y generales iraníes. Una organización iraní de derechos humanos con sede en Washington informó que al menos 657 personas murieron en Irán, entre ellas 263 civiles, y más de 2,000 resultaron heridas.

Irán respondió lanzando cientos de misiles y drones contra Israel. Aunque la mayoría fueron interceptados, al menos 24 personas murieron y cientos resultaron heridas. Un misil iraní, equipado con municiones de racimo, causó grandes daños en el hospital Soroka, dejando unos 80 heridos entre pacientes y personal médico.

Autoridades iraníes negaron haber apuntado al hospital, asegurando que su objetivo era una instalación militar de inteligencia cercana. Sin embargo, fuentes israelíes no confirmaron esa versión.

Los hospitales en Israel habían activado planes de emergencia, convirtiendo garajes en salas médicas y trasladando pacientes vulnerables a áreas subterráneas.

Las fuerzas aéreas israelíes han centrado sus ataques en infraestructuras nucleares claves de Irán, incluyendo Natanz, Isfahan y alrededores de Teherán, así como plataformas de misiles, lo que ha contribuido a una disminución en la intensidad de los ataques iraníes.

Los bombardeos más recientes llegaron hasta la ciudad de Rasht, en el norte de Irán. Las autoridades israelíes habían advertido a los civiles a evacuar la zona industrial, aunque con las comunicaciones restringidas, no está claro si esa advertencia fue recibida.

La declaración de Trump podría abrir una vía diplomática, aunque Irán mantiene una postura firme. Khamenei advirtió que cualquier intervención militar estadounidense causaría “daños irreparables”, mientras que el presidente del Parlamento, Mohammad Bagher Qalibaf, acusó a Trump de usar la presión militar como herramienta en las negociaciones nucleares.

Israel también atacó el reactor de agua pesada de Arak, que puede producir plutonio como subproducto nuclear. Aunque Irán aseguró que no hay peligro de radiación, el bombardeo aumentó la preocupación por sus intenciones nucleares.

Irán había acordado rediseñar esa instalación en el marco del acuerdo nuclear de 2015, pero el proyecto quedó paralizado tras la retirada de Estados Unidos en 2018. Más tarde, Teherán comenzó a restaurar capacidades en el reactor.

Según fuentes israelíes, el objetivo del ataque era evitar que el reactor pudiera reactivarse con fines militares. La Agencia Internacional de Energía Atómica advirtió que, debido a las restricciones impuestas por Irán, ya no puede verificar con certeza la producción de agua pesada del país.