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La Crisis en Sudan: Conflicto Desplazamiento y Tensiones Humanitarias
La guerra en Sudán ha entrado en su segundo año, y las devastadoras consecuencias del conflicto siguen desplegándose. El país está atrapado en una lucha intensa entre dos facciones poderosas, cada una decidida a ganar el control, dejando a millones de civiles soportando el peso de la violencia. A medida que el conflicto persiste, un número masivo de personas ha sido desplazado, y la pérdida de vidas humanas es alarmante, con cientos de miles de muertos y muchos otros enfrentando condiciones extremas de hambre y abuso.
El conflicto estalló el 15 de abril de 2023, cuando las tensiones de larga data entre el jefe del ejército de Sudán, Abdel Fattah al-Burhan, y Mohamed Hamdan “Hemedti” Dagalo, líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), se transformaron en una guerra abierta. Esta lucha por el poder se describe como una “batalla existencial” por el control de Sudán.
Desde abril de 2023 hasta octubre de 2024, se registraron cerca de 9,000 ataques, con un promedio de 16 incidentes diarios, según datos del Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED), una organización que rastrea eventos de crisis. La mayoría de estos ataques se han concentrado en tres áreas clave:
Jartum:
La capital de Sudán ha registrado más de la mitad de los incidentes, con 4,858 ataques, lo que representa el 54% de toda la violencia. En los últimos meses, el ejército sudanés ha intensificado sus esfuerzos por recuperar territorios previamente capturados por las RSF.
Estado de Gezira:
Conocida por su importancia agrícola, esta región al sur de Jartum ha sufrido 1,077 ataques, lo que representa el 12% de los incidentes registrados.
Darfur del Norte
: Esta región, históricamente afectada por conflictos internos, ha registrado al menos 818 ataques, es decir, el 9% del total de los incidentes.
El resto del país, incluyendo Darfur del Sur, Kordofán del Norte y Darfur Occidental, ha sido escenario de violencia continua, sumando el 25% restante de los ataques registrados.
A medida que la guerra continúa, la crisis humanitaria se agrava, sin una resolución clara a la vista. Las consecuencias del conflicto se sienten en todo Sudán, donde su población sigue soportando sufrimiento inimaginable.