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Justicia Revelada: La Sentencia en el Profundo Asesinato Político de Ecuador

Justicia Revelada: La Sentencia en el Profundo Asesinato Político de Ecuador
Sábado 13 Julio 2024 - 12:10
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En una sala de tribunal cargada de tensión y pesar, se ha dictado sentencia en el caso del asesinato de Fernando Villavicencio, un crimen que sacudió profundamente a Ecuador y obligó a la nación a enfrentar las crudas realidades de la creciente violencia. Cinco individuos han sido condenados a penas que van de 12 a 34 años de prisión, marcando un ajuste de cuentas judicial por sus roles en el conspirativo asesinato del candidato presidencial y ex periodista.

Fernando Villavicencio, un destacado defensor contra la corrupción, fue tiroteado en agosto de 2023 al salir de un mitin, su vida truncada en un acto descarado que llevó al gobierno a declarar el estado de emergencia. El veredicto, leído meticulosamente por el juez Milton Maroto, uno de los tres que presidieron el juicio, enfrenta posibles apelaciones tanto de la fiscalía como de la defensa, subrayando la búsqueda continua de justicia.

La fiscalía pintó un cuadro escalofriante, alegando que dos de los condenados estaban asociados con Los Lobos, una de las 22 pandillas criminales etiquetadas como "terroristas" por el presidente Daniel Noboa en enero. Además, se acusó a los sospechosos de tener vínculos con la administración del ex presidente Rafael Correa, arrojando una sombra sobre los procedimientos.

Según la fiscalía general, Carlos Edwin Angulo Lara, conocido como 'El Invisible', orquestó el asesinato desde su celda de prisión, mientras que Laura Dayanara Castillo supervisó los detalles logísticos. Angulo y Castillo recibieron las sentencias más duras, de 34 años y ocho meses, responsabilizándolos por sus roles centrales en el complot.

Los otros tres—Erick Ramírez, Víctor Flores y Alexandra Chimbo—recibieron penas de 12 años, reflejando sus contribuciones al complot.

El periodismo investigativo de Villavicencio había expuesto redes de corrupción y crimen organizado entre políticos, resultando en numerosas amenazas que trágicamente culminaron en su muerte. Si bien este juicio ha entregado sus veredictos, los fiscales continúan persiguiendo a quienes ordenaron el asesinato, crucial para desentrañar el alcance completo de este trágico suceso.

El caso ha estado marcado por giros desgarradores, incluida la muerte de uno de los sicarios en el lugar y las muertes violentas de otros siete sospechosos, principalmente ciudadanos colombianos, mientras esperaban juicio. Siete sospechosos adicionales fueron arrestados, con uno fallecido y otro absuelto, dejando a cinco para enfrentar el reciente ajuste de cuentas judicial.

Con corazones cargados de pena, la familia y amigos de Villavicencio han criticado los retrasos del caso y han pedido una investigación exhaustiva sobre los autores intelectuales del asesinato. Un testigo declaró durante el juicio sobre una recompensa de $200,000 por la vida de Villavicencio, subrayando la amenaza que representaba para la corrupción y la criminalidad arraigadas.

El testigo implicó a los sospechosos como operativos actuando para individuos conectados con Correa, el ex presidente ahora en exilio belga después de una condena en 2020 por cargos de corrupción. Correa ha negado vehementemente su participación en el asesinato, resonando en una nación aún conmocionada por la pérdida de uno de sus principales defensores de la transparencia.

Mientras los veredictos resonaban en la sala de audiencias, Verónica Sarauz, viuda de Villavicencio, instó a los jueces a aplicar todo el peso de la ley a los acusados, su súplica un recordatorio conmovedor del costo humano de la tragedia. Amanda, hija de Villavicencio, hizo eco del sentimiento, diciendo: "Necesitamos conocer toda la verdad para asegurarnos de que esto no vuelva a suceder".

Fuera del tribunal, familiares y simpatizantes corearon consignas y sostuvieron carteles exigiendo "justicia para los cobardes asesinos" y portando imágenes de Villavicencio—un tributo desafiante a una vida truncada por la violencia que asola a Ecuador.

Una vez una nación de relativa paz, Ecuador ha visto casi una docena de asesinatos políticos desde 2023, subrayando la violencia sin precedentes vinculada al narcotráfico. Con sus puertos del Pacífico utilizados para el tráfico de cocaína hacia EE.UU. y Europa, la tasa de homicidios de Ecuador ha aumentado drásticamente de seis por cada 100,000 habitantes en 2018 a 47 por cada 100,000 el año pasado.

Al concluir esta fase del proceso judicial, los veredictos en el caso de Villavicencio ofrecen esperanza—un testimonio de que, a pesar de los desafíos, la justicia puede prevalecer. Sin embargo, el camino de Ecuador hacia la curación y la paz sigue siendo difícil, un recordatorio severo de que la lucha contra la corrupción y la violencia es una carrera de resistencia, no de velocidad.

 


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