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Francia: Con las centinelas del cielo en el aeropuerto de Nantes
REPORTAJE – El aeropuerto Nantes Atlantique es el único aeródromo civil de Francia que dispone de una unidad de cetrería integrada en su servicio de prevención del riesgo animal. Cuatro aves rapaces trabajan actualmente para reducir el riesgo de colisiones con el tráfico aéreo.
Con sus ojos color castaña, el ave observa atentamente al inmenso pájaro metálico que aparece en el horizonte. El avión extiende sus patas de acero y caucho, eleva el morro, ajusta las alas y ruge al tocar tierra sin problemas. El Airbus de bajo costo ha aterrizado sin incidentes en el aeropuerto Nantes Atlantique.
El halcón de Harris que observaba la escena desvía la mirada: sus presas son más pequeñas — gaviotas, garzas, cernícalos.
“¡Tucuman!”, llama Anthony Renaud, el agente de control de fauna, desde la base de la antena donde el ave se había posado. El halcón responde al instante y vuelve al brazo enguantado del cetrero. Junto con otras aves y agentes, el dúo forma las centinelas del cielo del aeropuerto de Nantes.
Anthony Renaud, responsable de este singular escuadrón, contempla con orgullo al ave que frota sus plumas contra el grueso cuero del guante. “Las cetrerías son comunes en los aeropuertos del sur de Europa — en Italia o España — debido al clima y la fauna”, explica. “En Nantes incorporamos esta práctica en 2017. Desde entonces, seguimos siendo el único aeropuerto civil de Francia con su propia cetrería. Antes solo utilizábamos medios acústicos o pirotécnicos, como cohetes, para espantar a las aves”.
La integración de las rapaces ha demostrado ser muy eficaz, combinando el saber tradicional con la seguridad moderna. En Nantes, la alianza entre el hombre y el ave sigue protegiendo los cielos.