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Dos años después del terremoto de Turquía: Un legado de pérdida, ira y luchas constantes
Han pasado dos años desde el devastador terremoto que sacudió el sur de Turquía y partes de Siria, dejando profundas cicatrices. A las 4:17 AM del aniversario, miles de sobrevivientes se reunieron en vigilias iluminadas por antorchas en la región, marcando el momento exacto en que el terremoto golpeó. El sismo de magnitud 7.8, ocurrido antes del amanecer, causó la muerte de más de 53,000 personas en Turquía y aproximadamente 6,000 en Siria. Además, destruyó cerca de 40,000 edificios y dañó gravemente alrededor de 200,000 más en Turquía, dejando a innumerables personas atrapadas bajo los escombros.
Para sobrevivientes como Emine Albayrak, el trauma sigue tan fresco como siempre. "Aunque hayan pasado dos años, seguimos sufriendo. Todavía se siente como el primer día", compartió desde Antakya, una ciudad que perdió el 90% de sus estructuras. La región de Antakya, donde más de 20,000 personas perecieron, se convirtió en un punto focal de dolor e ira, mientras los sobrevivientes y los dolientes coreaban frases como "¿Alguien me escucha?", un eco doloroso de aquellos atrapados bajo los escombros, esperando ayuda que llegaría demasiado tarde para muchos.
A pesar del dolor, hay un sentimiento indiscutible de ira. Los manifestantes portaron pancartas que decían: "No olvidaremos, no perdonaremos. ¡Los haremos responsables!" La catástrofe expuso la negligencia de los desarrolladores y funcionarios que aprobaron edificios inseguros sobre terrenos inestables. Como dijo un sobreviviente, "¡Esto no fue un terremoto, fue una masacre!"
Las tensiones también aumentaron cuando las fuerzas de seguridad bloquearon el acceso a ciertas áreas, lo que resultó en enfrentamientos con la policía. En medio del luto, los llamados a la rendición de cuentas y la renuncia del gobierno resonaron con fuerza.
Mientras continúan los esfuerzos de reconstrucción, muchos sobrevivientes, como Humeysa Bagriyanik, luchan por reconocer sus ciudades transformadas. "Nuestra ciudad fue arrasada y ahora no reconozco nada", comentó. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, calificó el terremoto como "la catástrofe del siglo", dejando a casi dos millones de personas sin hogar. Aunque se están realizando esfuerzos significativos para proporcionar refugio, incluida la distribución de más de 201,000 viviendas, muchos sobrevivientes aún viven en contenedores temporales, atormentados por el trauma del pasado y el miedo a otro terremoto.
En total, casi 200 personas han sido encarceladas por su participación en la catástrofe, muchas por negligencia, y continúan los juicios. Los temores de futuros terremotos persisten, ya que la actividad sísmica sigue sacudiendo regiones cercanas a la falla de Anatolia del Norte, con expertos advirtiendo sobre posibles desastres futuros, especialmente en ciudades como Estambul, que sigue siendo vulnerable a otro gran sismo.
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