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Comunidad marroquí protesta por la muerte de un joven a manos de la policía española
ocurrió una tragedia en la localidad de Torrejón de Ardoz, en las afueras de Madrid, España, cuando un hombre marroquí de 35 años llamado Abdelrahim perdió la vida durante un encuentro con la policía local. El incidente involucró el uso excesivo de la fuerza por parte de un agente español que intentaba detenerlo, lo que generó conmoción y protesta en la comunidad marroquí residente en España.
Según los testimonios, la intervención policial se produjo tras una denuncia por un posible robo de teléfono móvil. Los agentes confrontaron a Abdelrahim y, durante la detención, uno de los policías aplicó presuntamente una técnica de “estrangulamiento trasero”. Esta acción deterioró gravemente la salud de Abdelrahim, llevándolo a un estado crítico. A pesar de los esfuerzos médicos en la ambulancia, lamentablemente falleció antes de llegar al hospital.
La comunidad marroquí en España reaccionó con fuerza ante el incidente, organizando una manifestación el sábado 21 de junio en la Plaza de España, en el centro de Madrid. Los participantes alzaron consignas exigiendo verdad, justicia y rendición de cuentas. Muchos denunciaron lo que consideraron un “uso arbitrario y excesivo de la fuerza” por parte de la policía, y algunos señalaron la posible existencia de motivos raciales detrás del suceso.
En respuesta a la indignación pública, las autoridades españolas iniciaron una investigación judicial. El agente involucrado fue suspendido temporalmente y se le confiscó el pasaporte como medida cautelar. La investigación incluye también un examen forense para determinar con exactitud las causas de la muerte de Abdelrahim.
Este caso ha desencadenado un intenso debate sobre la conducta policial y el trato a las comunidades minoritarias en España. Plantea preguntas urgentes sobre los protocolos de uso de la fuerza, la transparencia en la aplicación de la ley y la necesidad de abordar posibles sesgos sistémicos dentro de la policía. El resultado de la investigación será seguido de cerca por la diáspora marroquí y las organizaciones defensoras de los derechos humanos que exigen justicia y reforma policial.
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