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Los marroquíes divididos sobre la carne roja importada, revela una encuesta
Entre los marroquíes que saben que la carne importada está disponible pero eligen no consumirla, el 38% prefiere los productos locales.
Un estudio reciente realizado por la empresa de marketing Sunergia y el medio de comunicación L’Economiste proporciona información interesante sobre la conciencia y las opiniones de los marroquíes respecto a la carne roja importada.
Los hallazgos destacan perspectivas y hábitos de consumo variados, reflejando actitudes más amplias entre los marroquíes.
Conciencia y demografía
Con la sequía y el aumento de los costos de alimentación afectando el ganado nacional, Marruecos ha incrementado las importaciones de carne para estabilizar el suministro y los precios. Sin embargo, estas importaciones no han reducido significativamente los precios de la carne, dejando a muchos ciudadanos frustrados.
La encuesta indica que el 70% de los marroquíes están al tanto de este cambio, mientras que el 30% permanece desinformado.
Los hombres (75%) y las personas mayores (79% de los mayores de 65 años) parecen estar mejor informados. La conciencia también es mayor entre los grupos de ingresos altos (77%), en comparación con los hogares de ingresos bajos (65%).
Hábitos de compra y origen de la carne
A pesar de saber sobre las importaciones, el 65% nunca verifica las etiquetas de la carne antes de comprar.
Solo el 30% hace un esfuerzo por verificar el origen, un hábito más común entre las mujeres (34%) que entre los hombres (27%). Entre los que saben de las importaciones, solo el 15% come carne importada a sabiendas, mientras que el 66% la evita por completo y el 19% sigue inseguro.
Los consumidores más jóvenes (18-24) y los residentes en el Norte y el Este muestran tasas de consumo ligeramente más altas.
Razones para la evasión: confianza, sabor y precio
Entre los marroquíes que saben que la carne importada está disponible pero eligen no consumirla, el 38% prefiere los productos locales, el 22% desconfía de la calidad y el 11% afirma que no se vende en su área.
El 7% no come carne roja en absoluto. Otros citan el sabor, el precio y las preocupaciones religiosas como factores decisivos.
Para aquellos que no saben de las importaciones de Marruecos, el 70% dice que no comería carne importada, con un 67% firmemente opuesto.
Las comunidades rurales (76%) y los grupos de ingresos bajos (71%) muestran la mayor reticencia. Las razones principales incluyen preocupaciones sobre la calidad (38%), una preferencia por la carne local (21%) y una falta de conocimiento sobre su origen (13%).
Expectativas sobre los precios de la carne
La opinión pública sigue siendo mixta sobre cómo las importaciones afectan los precios. Aunque el 34% cree que los costos bajarán, solo el 8% informa haber visto una disminución hasta ahora, y el 26% espera una pronto.
Los jóvenes (18-24) parecen ser los más optimistas, con un 9% notando precios más bajos y un 36% prediciendo una futura disminución.
Sin embargo, el 43% piensa que las importaciones no cambiarán los precios, y el 22% sigue incierto. Las personas mayores de 65 años expresan la mayor duda, con un 53% convencido de que los precios seguirán siendo los mismos.
Los encuestados de ingresos altos muestran más confianza, con un 36% esperando que los precios bajen, mientras que el escepticismo persiste entre los grupos de ingresos bajos.
El estudio señala un enfoque público cauteloso hacia la carne roja importada. Muchos marroquíes siguen siendo reacios y aún priorizan la confianza en la calidad y la familiaridad sobre los posibles beneficios de precio.
A medida que continúan las importaciones, los cambios en las percepciones pueden dar forma a los futuros hábitos de consumo.
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