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El desafío de Trump a las alianzas históricas de EE. UU. y la arquitectura de seguridad global
Desde su regreso al poder, Donald Trump ha alterado profundamente el equilibrio de las relaciones internacionales establecido tras la Segunda Guerra Mundial, debilitando las alianzas tradicionales y cuestionando la estructura de la seguridad global.
Trump ha dejado claro que no está dispuesto a mantener las alianzas históricas que han sostenido la estabilidad internacional. Una de sus declaraciones más notables fue sobre la posible reducción de la presencia militar estadounidense en Europa, lo que generó inquietud entre socios de larga data como Alemania y Francia, que ahora cuestionan la fiabilidad de los compromisos de EE. UU.
Una política exterior desconcertante
Trump ha prometido terminar rápidamente con los conflictos en Ucrania y Gaza, pero hasta ahora no se han obtenido resultados tangibles. Durante una reunión con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, Trump criticó abiertamente a su homólogo, afirmando erróneamente que Ucrania fue responsable de la guerra, a pesar de que el conflicto comenzó con la invasión rusa en febrero de 2022.
Estas posturas han sacudido la confianza de los aliados tradicionales de EE. UU. en Europa, Canadá, Japón y Corea del Sur, generando serias dudas sobre el futuro de estas alianzas.
Golpes a las instituciones internacionales
Trump encargó a su Secretario de Estado, Marco Rubio, la reducción drástica del personal y los programas del Departamento de Estado. Rubio cumplió, justificando estas recortes por la necesidad de combatir lo que él llamó la "ideología radical" presente en ciertas administraciones de EE. UU.
En línea con esta estrategia, Trump retiró a Estados Unidos de varias grandes organizaciones internacionales: salida inmediata de la Organización Mundial de la Salud (OMS), retiro del Acuerdo de París sobre el clima y medidas hostiles contra la Corte Penal Internacional.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), una herramienta clave de influencia humanitaria y diplomática, vio suspendidas sus operaciones, aunque algunos de sus programas fueron criticados por mala gestión.
Ambiciones geopolíticas desconcertantes
En una serie de declaraciones provocativas, Trump sugirió la idea de anexionarse Groenlandia, un territorio danés, y retomar el control del Canal de Panamá. Aunque estas ideas fueron descartadas por muchos observadores como irreales, contribuyen a la imagen de una política exterior estadounidense cada vez más impredecible.
Ante estos trastornos, la comunidad internacional se pregunta: ¿puede seguir contando con Washington como pilar del orden global o debe contemplar un nuevo equilibrio sin la garantía del apoyo estadounidense?
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