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Relaciones entre Arabia Saudita e Israel en juego ante el impulso de Trump por una inversión de $1 billón
Cuando el presidente de EE.UU., Donald Trump, llegue a Riad el martes, será recibido con una lujosa ceremonia, enmarcando una visita centrada en una posible inversión de $1 billón. Sin embargo, la continua guerra en Gaza ha complicado uno de los principales objetivos de la política exterior de Trump: la normalización de relaciones entre Arabia Saudita e Israel. Funcionarios saudíes han indicado que cualquier avance en este tema depende de que Israel acepte un alto el fuego, una de las condiciones primarias de Arabia Saudita para reanudar las conversaciones, según fuentes del Golfo y de EE.UU.
Steve Witkoff, enviado de Trump para Oriente Medio, sugirió recientemente avances en la expansión de los Acuerdos de Abraham, una serie de acuerdos bajo los cuales países árabes como los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Sudán y Marruecos reconocieron a Israel. Sin embargo, la oposición del primer ministro israelí, Netanyahu, a poner fin al conflicto en Gaza o a crear un estado palestino hace que sea difícil avanzar en las conversaciones de normalización con Arabia Saudita.
Arabia Saudita, que no reconoce oficialmente a Israel, considera que la cuestión de la normalización se ha vuelto especialmente sensible desde el inicio de la guerra en Gaza. Este tema se ha desvinculado de las conversaciones más amplias entre EE.UU. y Arabia Saudita, que ahora se enfocan en asuntos económicos y de seguridad. El príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, ha dejado claro que necesita una resolución del conflicto de Gaza y una vía creíble hacia la creación de un estado palestino antes de comprometerse nuevamente con la normalización.
A pesar de esto, el viaje de Trump hará hincapié en fortalecer los lazos económicos entre EE.UU. y Arabia Saudita, con ambos países buscando concretar importantes acuerdos de inversión en sectores como armamento, infraestructura e inteligencia artificial. La visita representa una oportunidad para mostrar el enfoque de Trump en crear empleos y fortalecer la economía de EE.UU., con un énfasis particular en asegurar inversiones sustanciales de Arabia Saudita.
Un elemento clave del viaje es el intento de Trump de asegurar un pacto de defensa con Arabia Saudita y abordar las conversaciones sobre el programa nuclear civil. Estas conversaciones, sin embargo, se han visto afectadas por la inestabilidad regional, especialmente en Gaza. Además, la administración de Trump busca contrarrestar la creciente influencia de China en la región del Golfo, que ha avanzado rápidamente con inversiones y colaboración económica, especialmente en el marco de la Visión 2030 de Arabia Saudita.
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