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La política de exportación de aceite de oliva sacrifica a los consumidores locales en Marruecos
El precio del aceite de oliva en Marruecos ha alcanzado un asombroso 110 dirhams por litro, sin embargo, las autoridades persisten en una política de exportación que aparentemente ignora los desafíos que enfrentan los consumidores locales.
Datos recientes de la Comisión Europea revelan un notable aumento en las exportaciones de aceite de oliva marroquí hacia la Unión Europea, con cifras que pasaron de 553 toneladas en el mismo período del año pasado a 841 toneladas en octubre y noviembre de 2024. Este aumento se produce a pesar de una disminución significativa en la producción, atribuida a años consecutivos de sequía, que ha reducido la cosecha de esta temporada a apenas 90,000 toneladas. Surge la pregunta: ¿ha tomado el mercado europeo precedencia sobre el poder adquisitivo de los ciudadanos marroquíes?
Mientras las familias luchan con precios en aumento, el estado continúa abasteciendo a Europa sin implementar mecanismos para regular los precios locales. Notablemente, las importaciones de la UE de aceite de oliva han disminuido en un 31.4% esta temporada, lo que presenta una oportunidad para aliviar la presión sobre el mercado nacional.
Además, la producción marroquí ha disminuido drásticamente, pasando de 145,000 toneladas en la temporada 2019/2020 a solo 90,000 toneladas este año. Si esta tendencia persiste y la exportación sigue siendo la prioridad, el país podría enfrentar una crisis aún más grave en los próximos años.
En respuesta a esta situación, muchos agricultores están cambiando hacia variedades extranjeras como la "Arbequina" española, conocida por su alto rendimiento. Sin embargo, esta transición podría comprometer la calidad del aceite de oliva marroquí a largo plazo, sin mencionar los desafíos ambientales que presenta la introducción de estas variedades en un contexto de recursos hídricos en disminución.
La pregunta urgente permanece: ¿puede Marruecos seguir priorizando los mercados extranjeros mientras los consumidores locales soportan aumentos de precios sin precedentes? ¿No es hora de reevaluar las estrategias agrícolas para garantizar un equilibrio entre la exportación y la satisfacción de las necesidades locales?
