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Estados Unidos realiza un ataque en Siria contra una amenaza inminente en medio de una escalada de violencia
Estados Unidos llevó a cabo un ataque militar en el este de Siria, dirigido a sistemas de armas, incluidos lanzacohetes y un tanque, que se consideraron una "amenaza inminente" para las fuerzas estadounidenses. El Pentágono confirmó la operación el martes, tras un ataque con cohetes cerca de una base estadounidense en la región.
Según un portavoz del Pentágono, el ataque tenía como objetivo neutralizar amenazas claras contra el personal estadounidense en la zona. Sin embargo, aún no está claro quién controlaba los sistemas de armas atacados. La región es conocida por albergar tanto a grupos respaldados por Irán como a fuerzas del gobierno sirio.
Este acontecimiento ocurre en un contexto de aumento de la violencia en Siria. Grupos de oposición armados lanzaron recientemente una ofensiva significativa en el noroeste, desafiando a las fuerzas gubernamentales lideradas por el presidente Bashar al-Assad, marcando una nueva fase en el prolongado conflicto civil del país. Estos eventos han generado preguntas sobre la posible implicación de Estados Unidos, dada su considerable presencia militar en Siria.
Los medios estatales sirios acusaron a Estados Unidos de proporcionar apoyo aéreo a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por los kurdos, que han recibido apoyo estadounidense durante años en su lucha contra el ISIS. El martes, se reportaron enfrentamientos entre las FDS y las fuerzas gubernamentales sirias cerca de Deir ez-Zor, con denuncias de ataques aéreos estadounidenses en apoyo a las FDS. Sin embargo, el Pentágono aclaró que su reciente ataque no estaba vinculado a actividades más amplias en el noroeste de Siria.
Las FDS declararon que sus acciones respondieron a la "grave amenaza" de células del ISIS y se llevaron a cabo a solicitud de las comunidades locales que buscaban protección ante posibles ataques. A pesar de estas afirmaciones, el gobierno sirio insiste en que las aldeas en cuestión permanecen bajo su control.
Más al oeste, las fuerzas gubernamentales sirias se han enfrentado a grupos rebeldes que avanzan hacia Hama. Estos cambios en las líneas de conflicto, que habían permanecido en su mayoría inactivas en los últimos años, subrayan la naturaleza volátil y fluida de la guerra en curso.
Esta última operación de Estados Unidos resalta el delicado equilibrio de poder y las complejas dinámicas en Siria, donde diversos actores compiten por el control en un panorama de alianzas y hostilidades en constante cambio.
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