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Corea del Sur Enfrenta una Crisis Política Mientras el Presidente Yoon se Disculpa por el Decreto de Ley Marcial
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ofreció una disculpa pública por su controvertida decisión de imponer la ley marcial, un movimiento sin precedentes que ha sumido a la nación en una crisis política. A pesar de las presiones dentro de su propio partido para que renuncie, Yoon se ha negado a dimitir mientras los legisladores se preparan para una votación de destitución.
En un discurso televisado a la nación, Yoon reconoció que su decisión de implementar la ley marcial había conmocionado al público. Prometió aceptar la responsabilidad legal y política de sus acciones, asegurando a los ciudadanos que no se repetirán medidas similares.
“Me disculpo sinceramente con el pueblo que se sintió conmocionado”, declaró Yoon. Instó a su partido a centrarse en estabilizar el panorama político y dejó en sus manos la decisión sobre su mandato. De pie frente a la bandera nacional, Yoon concluyó sus declaraciones con una reverencia formal.
La disculpa marcó la primera aparición pública de Yoon desde que revocó la orden de ley marcial, que estuvo vigente solo durante seis horas antes de ser anulada por el parlamento. El decreto, enfrentado con una fuerte resistencia por parte de legisladores y ciudadanos, provocó intervenciones armadas de militares y policías que no lograron impedir que el cuerpo legislativo votara en su contra.
Han Dong-hoon, líder del Partido del Poder del Pueblo de Yoon, declaró que la posición del presidente era insostenible y pidió su renuncia. Previamente, Han había calificado a Yoon como una amenaza para la estabilidad nacional. Más tarde, Han se reunió con el primer ministro Han Duck-soo para discutir la crisis en curso.
Según la constitución de Corea del Sur, el primer ministro asumiría como presidente interino si Yoon renuncia o es destituido. En ese caso, se debe convocar a elecciones presidenciales dentro de un plazo de 60 días. Los legisladores del opositor Partido Democrático avanzan con una votación de destitución y han señalado su intención de retomar el asunto si la moción inicial fracasa.
La controversia ha atraído el escrutinio de las agencias de aplicación de la ley, incluidos los fiscales y la Oficina de Investigación de la Corrupción para Altos Funcionarios. Se están llevando a cabo investigaciones sobre acusaciones de insurrección y abuso de poder relacionadas con el decreto de ley marcial de Yoon.
La orden de ley marcial, anunciada el martes por la noche, se presentó como una respuesta a amenazas no especificadas de "fuerzas comunistas de Corea del Norte" y "fuerzas antinacionales pro-Norte". Yoon acusó a los legisladores opositores de obstruir las operaciones gubernamentales mediante numerosos intentos de destitución y acciones presupuestarias que, según él, socavaron la seguridad pública.
El movimiento ha ensombrecido la reputación democrática de Corea del Sur, generando la crisis política más significativa en décadas. Como la cuarta economía más grande de Asia y un aliado clave de los Estados Unidos, el país enfrenta ahora una inmensa incertidumbre sobre su futuro político.
Los observadores advierten que las consecuencias de esta crisis podrían tener implicaciones duraderas para la gobernanza de Corea del Sur y su posición global como modelo de éxito democrático.
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