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Triunfo en Oued al-Makhazin: La Victoria Definitoria de Marruecos
El 4 de agosto de 1578, los marroquíes conmemoraron un triunfo monumental que remodeló el paisaje histórico y redefinió las estructuras de poder global. Este evento emblemático, conocido como la Batalla de Oued al-Makhazin o la Batalla de los Tres Reyes, se erige como un testimonio de brillantez estratégica y determinación inquebrantable.
Preludio a la Batalla
Los orígenes del conflicto se encuentran en el príncipe marroquí Al-Mutawakkil, quien, después de ser derrocado por su tío Abd al-Malik, buscó el apoyo portugués para reclamar su trono. Los portugueses vieron esto como una oportunidad de oro para frustrar a los saadíes y otomanos, con el objetivo de controlar la costa norte de Marruecos y prevenir futuros intentos musulmanes de recuperar Andalucía.
El mundo observaba con gran expectación mientras el inminente enfrentamiento amenazaba con perturbar el equilibrio de poder existente. La batalla vio una convergencia de fuerzas de diversas regiones: los marroquíes saadíes, reforzados por tropas otomanas, se enfrentaron a los portugueses, respaldados por contingentes españoles y europeos, soldados de Al-Mutawakkil y el ejército papal.
El Enfrentamiento
Los relatos históricos describen a las fuerzas portuguesas, comandadas por el rey Sebastián y ayudadas por Al-Mutawakkil, enfrentándose al ejército marroquí de Abd al-Malik cerca de Oued al-Makhazin, cerca de Ksar El Kebir en el norte de Marruecos.
El sultán Abd al-Malik, a pesar de luchar contra una enfermedad grave, alentó a sus tropas subrayando el significado simbólico de la batalla: estaban defendiendo su patria y a sus familias de los invasores extranjeros. Su presencia, a pesar de su condición, fue un impulso moral, y había instruido a su hermano Ahmed al-Mansur para que luchara implacablemente.
Fuerzas en Juego
El ejército portugués, de aproximadamente 28,000 efectivos bajo el mando del rey Sebastián, incluía voluntarios de Castilla e Italia, mercenarios de Flandes y Alemania, y aliados marroquíes que sumaban entre 3,000 y 6,000, equipados con 40 cañones.
En contraste, las fuerzas marroquíes, lideradas por Abu Marwan Abd al-Malik, comprendían alrededor de 40,000 soldados. Abd al-Malik, tras ascender al poder en Fez, movilizó un nuevo ejército formado por habitantes de Fez, andalusíes y tribus árabes, complementados por apoyo turco, incluidos los zuavos argelinos, y 34 grandes cañones marroquíes.
Abd al-Malik estableció su base en Ksar El Kebir, monitoreando de cerca los movimientos de Sebastián. Estratégicamente provocó a Sebastián con un mensaje: "He viajado dieciséis etapas para encontrarte; ¿por qué no viajas una etapa para encontrarte conmigo?" Ignorando el consejo de Al-Mutawakkil de quedarse en Asilah para asegurar la línea de suministro, Sebastián avanzó hacia Ksar El Kebir. Al llegar al puente sobre Oued al-Makhazin, acampó frente a las fuerzas marroquíes. Esa noche, el puente fue destruido, eliminando cualquier punto de cruce sobre el Oued.
Los ejércitos inicialmente se enfrentaron con fuego de cañón, seguido de arqueros de infantería y cargas de caballería en los flancos. Las fuerzas marroquíes también contaban con tropas voluntarias y una caballería de reserva para maniobras decisivas.
La Rotunda Victoria de Marruecos
La batalla culminó en una victoria decisiva para el ejército marroquí. Los saadíes tácticamente atraparon a los portugueses en Oued al-Makhazin, lo que resultó en numerosas bajas. El rey Sebastián de Portugal, junto con sus comandantes y la mayoría de las fuerzas portuguesas, perecieron en el enfrentamiento.
Al-Mutawakkil, más tarde apodado "El Desollado" por su destino sombrío, también fue asesinado y su piel fue exhibida como advertencia a quienes buscaban ayuda extranjera contra sus compatriotas. El sultán Abd al-Malik sucumbió a su enfermedad durante la batalla, y su hermano Ahmed al-Mansur fue declarado posteriormente gobernante, anunciando una era próspera para la dinastía saadí.
Los historiadores coinciden en que esta batalla marcó el declive definitivo de la dominancia del Imperio Portugués. Portugal nunca recuperó su antigua estatura, y la batalla grabó una imagen formidable de los marroquíes, disuadiendo futuras invasiones u ocupaciones.
Impacto Duradero
La Batalla de Oued al-Makhazin, librada el 4 de agosto de 1578, evolucionó de una lucha de poder entre Muhammad al-Mutawakkil y el sultán Abu Marwan Abd al-Malik a una confrontación más amplia que involucró una cruzada portuguesa liderada por el rey Sebastián. La victoria marroquí aseguró la soberanía nacional y debilitó críticamente al Imperio Portugués, que no se recuperó completamente hasta que reafirmó su independencia de España 93 años después.