Los recortes de ayuda exterior de Trump desatan temores de crisis humanitaria global
La prestigiosa revista médica The Lancet ha emitido una grave advertencia sobre las posibles consecuencias de los drásticos recortes de ayuda internacional bajo la administración de Trump. Según el informe, estas reducciones podrían causar la muerte de 14 millones de personas en todo el mundo para 2030, afectando gravemente a las poblaciones vulnerables en países de ingresos bajos y medios.
El Senado de EE. UU. debate recortes masivos de ayudas
Hoy, el Senado de Estados Unidos está deliberando un proyecto de ley presupuestario que incluye reducciones significativas en los programas de ayuda internacional gestionados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). La legislación, promocionada por Trump como su “gran y hermoso proyecto de ley”, busca recortar el 83 % de los programas de USAID, una medida anunciada a principios de este año por el secretario de Estado Marco Rubio.
USAID, que asigna anualmente $68 mil millones para iniciativas humanitarias y de desarrollo, desempeña un papel crucial en los esfuerzos de ayuda global. Sin embargo, los recortes presupuestarios propuestos han generado alarma entre expertos humanitarios y organizaciones internacionales, dada la importancia de la agencia en la lucha contra la pobreza, la desnutrición y la mortalidad infantil.
Estas reducciones han sido celebradas por algunos dentro de la administración, incluido Elon Musk, quien calificó los recortes como pasar a la agencia “por la trituradora de madera”. Mientras tanto, otros países han seguido el ejemplo de los Estados Unidos, con varias naciones europeas reduciendo también sus presupuestos de ayuda exterior, agravando la crisis.
Un desastre humanitario inminente
La investigación de The Lancet, que utilizó modelos avanzados para evaluar el impacto de estos recortes, presenta un panorama sombrío. Según el informe, 4,5 millones de niños menores de cinco años podrían perder la vida, con un aumento anual de 700.000 en la tasa global de mortalidad infantil. El coautor Davide Rasella comparó la escala de la crisis con la de una pandemia global o un conflicto armado, advirtiendo que décadas de avances en salud global podrían revertirse.
Para contextualizar la magnitud de estas posibles pérdidas, el informe señala que 10 millones de soldados murieron durante la Primera Guerra Mundial, mientras que 7 millones de personas han muerto por COVID-19 desde 2020. La cifra proyectada de muertes debido a estos recortes de ayuda representaría una catástrofe de escala comparable.
Respuesta y condena global
Organizaciones humanitarias y las Naciones Unidas han condenado los recortes propuestos, calificándolos como las reducciones de financiación más severas jamás enfrentadas por el sector de ayuda internacional. Argumentan que estas medidas podrían interrumpir servicios esenciales como atención médica, distribución de alimentos y ayuda en desastres, dejando a millones sin apoyo crítico.
Mientras líderes mundiales se reúnen en Sevilla, España, para la mayor conferencia de ayuda en décadas, Estados Unidos ha anunciado que no participará. Esta ausencia subraya el alejamiento de la administración de la cooperación global en cuestiones humanitarias, aislando aún más a Estados Unidos en el escenario internacional.
Los hallazgos del informe de The Lancet y el debate en curso en el Senado destacan las amplias consecuencias de estas decisiones presupuestarias. De implementarse, los recortes podrían tener efectos catastróficos, no solo para las poblaciones vulnerables, sino también para la estabilidad y el progreso global.