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Ucrania impulsa drones interceptores de alta velocidad y bajo costo
Ucrania ha presentado una nueva generación de drones interceptores fabricados localmente, capaces de alcanzar velocidades de hasta 400 kilómetros por hora, lo que representa un gran avance en su lucha contra los ataques aéreos rusos. Desarrollados con innovación nacional y apoyo voluntario, estos drones están transformando el costo y la rapidez de la guerra moderna.
La empresa con sede en Kyiv, Motor-G, ha diseñado motores lo suficientemente potentes como para impulsar interceptores más rápidos que los automóviles de Fórmula 1, lo que permite respuestas más ágiles ante las amenazas entrantes. Según el Ministerio de Transformación Digital de Ucrania, estos drones pueden producirse por menos de 6.000 dólares cada uno, lo que reduce drásticamente el costo de la defensa aérea en comparación con los sistemas de misiles convencionales.
En paralelo, empresas emergentes impulsadas por voluntarios, como Wild Hornets, han desarrollado el interceptor Sting, un dron ligero con hélice valorado en unos 2.500 dólares. Desplegado en toda la red de defensa ucraniana, el Sting se ha convertido en una de las herramientas más eficaces contra los ataques de drones tipo Shahed que Rusia sigue lanzando contra zonas civiles e infraestructuras energéticas.
El Ministerio de Defensa ucraniano informa que las tropas reciben ahora alrededor de 950 interceptores por día, un aumento considerable respecto a los 600 u 800 de meses anteriores. Cada dron neutralizado evita destrucción potencial en tierra, aseguran los comandantes de unidad, protegiendo hogares, instalaciones energéticas y poblaciones urbanas.
Los expertos consideran esta rápida evolución como un cambio decisivo en la estrategia defensiva de Ucrania. En lugar de depender únicamente de complejos sistemas antiaéreos costosos, el país ahora combina interceptores rápidos y económicos para resistir los ataques aéreos continuos. Con Rusia lanzando un promedio de 5.500 drones Shahed cada mes, la asequibilidad y capacidad de producción de los sistemas ucranianos son factores esenciales para mantener la resiliencia defensiva.
