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Putin asegura ventaja en la cumbre de Alaska mientras el alto el fuego en Ucrania se estanca
El presidente ruso, Vladímir Putin, salió de la cumbre de Alaska con el presidente estadounidense, Donald Trump, habiendo logrado su principal objetivo: ganar tiempo para las operaciones militares de Rusia en Ucrania sin ceder terreno en las negociaciones. A pesar de las advertencias iniciales de Trump sobre “graves consecuencias” en caso de no alcanzar un alto el fuego, no se anunciaron medidas de este tipo tras las conversaciones.
Una estrategia calculada en el campo de batalla
Antes de la cumbre, las fuerzas rusas lograron avances tácticos en las líneas del frente, particularmente en la región disputada de Donetsk. Estos avances fortalecieron la posición negociadora de Putin, permitiéndole abordar las discusiones en Alaska desde una posición de fuerza. Las fuerzas ucranianas lograron resistir algunos de los avances rusos, pero expertos militares advierten que las ofensivas continuas podrían inclinar aún más la balanza a favor de Moscú en las próximas semanas.
La estrategia de Putin parece basarse en extender el cronograma de las negociaciones, permitiendo a sus fuerzas consolidar los territorios ganados. Según funcionarios militares ucranianos, el enfoque de Rusia es “lento pero constante,” mientras el Kremlin mantiene su determinación de asegurar regiones adicionales antes de entrar en conversaciones sustantivas.
Concesiones y oportunidades perdidas de Trump
El presidente Trump, que inicialmente prometió consecuencias económicas por las acciones de Rusia, indicó durante y después de la cumbre que tales medidas ya no estaban en la agenda inmediata. “Por lo que pasó hoy, creo que no tengo que pensar en eso,” dijo Trump a Fox News, sugiriendo ambiguamente la posibilidad de futuras acciones sin comprometerse a ningún cronograma.
El enfoque de Trump hacia las negociaciones estuvo marcado por su disposición a explorar intercambios territoriales, una idea que planteó antes de la cumbre como una posible resolución al conflicto. Sin embargo, no se concretó ningún acuerdo en Alaska, y Trump reconoció la falta de progreso en sus declaraciones. Los esfuerzos para abordar cuestiones críticas, como la liberación de niños ucranianos supuestamente secuestrados por las fuerzas rusas o la libertad de presos políticos rusos, estuvieron notablemente ausentes de la agenda oficial.
Teatro diplomático con poca sustancia
La cumbre concluyó con una conferencia de prensa conjunta que destacó la asimetría en los resultados. Mientras Putin utilizó la plataforma para ofrecer una narrativa extensa sobre historia y geopolítica, Trump admitió que las conversaciones no habían producido un acuerdo sustantivo. La sugerencia de una futura reunión en Moscú, planteada por Putin durante la conferencia, subrayó la confianza del líder ruso tras las discusiones. La reacción sorprendida de Trump—“Oh, eso es interesante”—reveló aún más la falta de planes concretos para los próximos pasos en el proceso de paz.
Para Putin, la cumbre de Alaska reforzó su capacidad para negociar desde una posición de fuerza mientras evitaba concesiones significativas. La ausencia de resultados tangibles para Ucrania o el conflicto en general dejó a los observadores cuestionando la efectividad de la estrategia de Trump y las implicaciones a largo plazo para el liderazgo de Estados Unidos en la resolución de la crisis.