Mujeres Marroquíes: Navegando el Progreso y Perseverando Ante Desafíos Hacia la Igualdad

En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, exploramos el inspirador viaje de las mujeres marroquíes mientras navegan hacia el empoderamiento y enfrentan obstáculos persistentes. Su narrativa es de resiliencia, determinación y búsqueda de una sociedad más equitativa.

A lo largo de la historia, las mujeres marroquíes han desempeñado roles fundamentales en la configuración de la trayectoria de la nación. Desde la legendaria Dihiya, la reina guerrera amazigh que resistió ferozmente a los invasores árabes en el siglo VII y ganó el apodo de "La Kahina" por su valiente resistencia, hasta Zaynab Nefzaouia, quien orquestó la fundación de Marrakech en el siglo XI, diseñando el trazado de la ciudad y participando activamente en asuntos diplomáticos. Estas figuras pioneras rompieron normas de género, sentando las bases para generaciones posteriores de mujeres marroquíes para desafiar límites sociales.

En los primeros años de la década de 2000, la reforma del Código de Familia (Moudawana) en 2004 se erige como un momento crucial para fortalecer las protecciones legales de las mujeres. Esta legislación pionera elevó la edad legal para el matrimonio, otorgó a las mujeres el derecho al divorcio y la custodia de los hijos, y afirmó el compromiso de Marruecos con la igualdad de género. Sin embargo, persisten mentalidades patriarcales arraigadas, obstaculizando la plena participación de las mujeres en roles políticos y de toma de decisiones, como señaló la abogada marroquí y defensora de los derechos de las mujeres, Fatiha Chtatou.

A pesar de que Marruecos cuenta con un alto porcentaje de mujeres graduadas en ingeniería, superando a muchas naciones desarrolladas, solo el 22% de las mujeres marroquíes participan en la fuerza laboral formal, dejándolas vulnerables al desempleo y la pobreza. El Informe Global sobre la Brecha de Género sitúa a Marruecos en el puesto 180 de 189 países en términos de participación económica de las mujeres, subrayando la necesidad urgente de intervenciones dirigidas para apoyar y empoderar a las mujeres, especialmente a aquellas en situaciones vulnerables.

La prohibición del matrimonio entre mujeres marroquíes musulmanas y hombres no musulmanes presenta complejidades legales y sociales, privando a los niños nacidos de tales uniones en el extranjero de reconocimiento y protección legales. Organizaciones de la sociedad civil y partidos políticos abogan por leyes más estrictas para combatir el matrimonio infantil, un problema urgente que vulnera los derechos de las niñas y obstaculiza su educación y desarrollo personal.

En un paso significativo hacia la igualdad de género, el Rey Mohammed VI de Marruecos ha ordenado una nueva reforma del código de familia (Moudawana), suscitando esperanza entre las activistas de mujeres para poner fin a las injusticias basadas en el género en las leyes de matrimonio, divorcio y herencia. Las mujeres marroquíes tienen tres demandas críticas: la abolición del matrimonio infantil, derechos de tutela iguales y leyes de herencia justas.

A pesar de que la formación de un comité de reforma compuesto exclusivamente por hombres ha suscitado preocupaciones, las mujeres marroquíes mantienen la esperanza de que sus voces serán escuchadas y que la nueva reforma traerá la igualdad tan esperada que merecen.

En medio de estos desafíos, las mujeres marroquíes continúan dejando su huella en diversos ámbitos, desde científicas pioneras como Fatima Roumate hasta atletas inspiradoras como Ghizlane Chbbak, quien lideró a las Leones del Atlas Femeninas para calificar a la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023. Pioneras como Latifa Akharbach, la primera mujer en presidir la Alta Autoridad de Comunicación Audiovisual, sirven como ejemplos poderosos de romper barreras y asumir roles de liderazgo tradicionalmente reservados para los hombres.

Al celebrar el Día Internacional de la Mujer, honramos la resiliencia, los logros y el inmenso potencial de las mujeres marroquíes. Sin embargo, debemos reconocer que muchas aún enfrentan desafíos significativos y discriminación, desde el acceso limitado a la educación y las oportunidades económicas, especialmente en áreas rurales, hasta la persistencia de la violencia de género. El camino hacia la verdadera igualdad persiste, y es a través de esfuerzos colectivos y determinación inquebrantable que las mujeres marroquíes continuarán rompiendo techos de cristal y dando forma a una sociedad más justa y equitativa.