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Las memorias de Stoltenberg revelan que Trump casi desmantela la OTAN en 2018
Las recién publicadas memorias del exsecretario general de la OTAN Jens Stoltenberg han revelado lo cerca que la alianza estuvo del colapso durante la presidencia de Donald Trump. En su libro On My Watch, publicado esta semana, Stoltenberg narra un enfrentamiento tenso e inédito ocurrido durante la cumbre de Bruselas del 12 de julio de 2018, cuando Trump amenazó con retirar a Estados Unidos de la OTAN a menos que los aliados europeos duplicaran de inmediato su gasto en defensa.
Un colapso casi total en la cumbre de Bruselas
Stoltenberg describe aquel día como “posiblemente la reunión en la que la OTAN pudo haber sido destruida”. Según su relato, la frase de Trump “Me voy de esta reunión. No tengo ninguna razón para estar aquí” provocó conmoción entre los líderes europeos, que se apresuraron a evitar la disolución de la alianza tras casi setenta años de defensa colectiva.
Trump exigió que todos los miembros de la OTAN aumentaran de inmediato sus presupuestos de defensa hasta el 4 % del PIB, muy por encima del objetivo vigente del 2 %. Cuando la canciller alemana Angela Merkel y otros líderes se opusieron, argumentando que tales incrementos requerían aprobación parlamentaria, Trump se mostró cada vez más agresivo.
“Estados Unidos no necesita la OTAN. ¿Por qué debería seguir pagando por esta organización?”, habría dicho Trump, según Stoltenberg. El entonces presidente se burló de varios aliados, señalando a Bélgica por gastar menos del 1 % y expresando su “decepción” con Croacia.
La situación se calmó solo cuando el primer ministro neerlandés Mark Rutte —quien sucedería a Stoltenberg como jefe de la OTAN en octubre de 2024— recordó a Trump que el gasto de la alianza ya había aumentado en 33.000 millones de dólares bajo su mandato. Trump escribió entonces una nota a Stoltenberg pidiéndole un reconocimiento público por ese logro, que el secretario general concedió para poner fin a la crisis.
El renovado dominio de Trump dentro de la OTAN
El colapso inminente de 2018 marcó un punto de inflexión. En su segundo mandato, Trump ha logrado lo que antes parecía imposible: obtener el compromiso de los aliados de la OTAN de destinar el 5 % del PIB a la defensa para 2035. El acuerdo, alcanzado durante la cumbre de junio de 2025 en La Haya, destina un 3,5 % al gasto militar directo y un 1,5 % a infraestructura defensiva.
Los 32 miembros de la OTAN cumplen ahora con el objetivo original del 2 %, frente a solo tres países en 2014. El actual secretario general, Mark Rutte, ha atribuido este aumento sin precedentes a la presión ejercida por Trump.
Reacción europea e impacto duradero
Las memorias de Stoltenberg también revelan cómo las tácticas confrontacionales de Trump expusieron profundas divisiones dentro de la alianza. Supuestamente, el expresidente llegó a considerar la exclusión de Noruega, Dinamarca, Alemania y los Países Bajos por no cumplir con los objetivos de gasto. El exsecretario de Defensa James Mattis se disculpó ante Stoltenberg por el comportamiento de Trump y le aconsejó evitar hablar con él sobre cifras presupuestarias.
Estas revelaciones surgen mientras Trump continúa remodelando las relaciones dentro de la OTAN mediante ultimátums sobre sanciones a Rusia y nuevas exigencias de gasto en defensa. Aunque su enfoque ha sido polémico, la alianza se ha fortalecido financieramente, con niveles récord de inversión europea ante las persistentes preocupaciones por la agresión rusa.
Stoltenberg concluye que la crisis de 2018 dejó cicatrices permanentes en la unidad de la OTAN: “Si un presidente estadounidense declara que ya no defenderá a sus aliados y abandona una cumbre de la OTAN en señal de protesta, entonces el tratado y su garantía de seguridad tienen poco valor”.