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La fiscal de París valora en más de 100 millones de dólares las joyas robadas del Louvre
Un espectacular robo en el Louvre ha conmocionado a Francia después de que ocho piezas de joyería real, incluidas diamantes de la corona, fueran sustraídas de la Galería Apolo del museo en la madrugada del domingo. La fiscal de París, Laure Beccuau, reveló el martes que la colección robada está valorada en unos 88 millones de euros, más de 100 millones de dólares, aunque advirtió que la verdadera pérdida radica en el inmenso daño histórico y cultural.
Un robo audaz en el corazón de París
Los ladrones usaron una escalera mecánica montada en camión para acceder al segundo piso del museo, serrando una ventana antes de entrar en la galería que alberga parte de la colección real de Francia. En cuestión de minutos se llevaron tesoros invaluables, incluidos un collar real de zafiros, un collar de esmeraldas con pendientes a juego y una diadema que perteneció a la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III.
Según las primeras investigaciones, los ladrones pertenecerían a una red criminal organizada especializada en delitos de arte y artículos de lujo. Los expertos sugieren que estos grupos suelen interesarse más por desmantelar las joyas robadas para su reventa en el mercado negro que por conservar su valor artístico o histórico.
Las autoridades amplían la investigación
“El valor de estas joyas es extraordinario”, declaró Beccuau en una entrevista en la emisora RTL, “pero no puede compararse con la pérdida histórica causada por este robo”. Señaló que, aunque las joyas están valoradas en 88 millones de euros, es poco probable que los ladrones obtengan una suma semejante si las funden o las desarman.
Los investigadores confían en que dicha reflexión pueda disuadir a los delincuentes de destruir la colección. Beccuau confirmó que el equipo investigador ha pasado de 60 a 100 agentes para identificar a los responsables. Añadió que las piezas no estaban aseguradas, una práctica común en las colecciones nacionales debido al elevado coste del seguro y al bajo índice de accidentes. El Ministerio de Cultura de Francia confirmó que “el Estado actúa como su propio asegurador” para las obras conservadas en sus ubicaciones habituales.
Una coincidencia curiosa cerca de París
En un sorprendente giro, los investigadores descubrieron que la escalera eléctrica montada en camión utilizada en el robo había sido alquilada con identidades falsas a una empresa situada en Louvres, una pequeña localidad a unos 35 kilómetros al norte de París que comparte nombre con el famoso museo. Los ladrones habrían amenazado a un empleado que intentó recuperar el equipo, lo que llevó a la empresa a presentar una denuncia.
La coincidencia de los nombres, admitió Beccuau, añade una nota curiosa a un caso ya de por sí sensacional. Por ahora, los culpables siguen prófugos mientras la policía analiza grabaciones de vigilancia y pistas de inteligencia para recuperar lo que muchos consideran una parte irremplazable del patrimonio real de Francia.
