X

La agricultura biosalina: una solución sostenible para tierras con escasez de agua

La agricultura biosalina: una solución sostenible para tierras con escasez de agua
Miércoles 05 - 10:20
Zoom

La salinidad representa un desafío crítico para la agricultura en todo el mundo, especialmente en regiones que ya enfrentan escasez de agua. Este problema surge cuando se acumula una cantidad excesiva de sal en el suelo o en el agua, dificultando el crecimiento de las plantas al limitar su capacidad de absorber agua. Aunque la salinidad puede ocurrir naturalmente, las actividades humanas, como las malas prácticas de riego y el uso excesivo de aguas subterráneas, suelen agravar el problema.

En África, la situación es particularmente grave. Con vastas áreas del continente sufriendo ya de escasez hídrica, el uso de agua salina para la agricultura daña los suelos, reduce los rendimientos de los cultivos y obliga a los agricultores a abandonar tierras cultivables. Se estima que la salinidad afecta aproximadamente 80 millones de hectáreas en todo el continente, impactando gravemente la seguridad alimentaria y los medios de vida rurales, especialmente en el norte y el África subsahariana.

Sin embargo, la agricultura biosalina ofrece una alternativa prometedora. Este innovador método agrícola enfrenta el desafío de la salinidad utilizando cultivos tolerantes a la sal y agua salina para transformar tierras improductivas en terrenos fértiles. Cultivos como la quinua y ciertas variedades de cebada prosperan en condiciones salinas, y los avances en la ciencia agrícola están desarrollando continuamente nuevas variedades resistentes a la sal.

Marruecos lidera la investigación en agricultura biosalina

Abdelaziz Hirich, profesor de agricultura en entornos marginales en la Universidad Politécnica Mohammed VI (UM6P), se ha convertido en un destacado defensor de la agricultura biosalina. Con mil millones de hectáreas de tierra afectadas por la salinidad a nivel mundial, incluidas 80 millones en África y un millón en Marruecos, Hirich subraya que la agricultura biosalina ya no es opcional, sino una necesidad.

La especialización de Hirich en cultivos tolerantes a la sal comenzó durante su carrera académica en el Instituto de Agronomía y Veterinaria Hassan II en Rabat y se desarrolló aún más durante su etapa en el Centro Internacional de Agricultura Biosalina (ICBA) de Dubái. Durante seis años en el ICBA, Hirich lideró proyectos en los Emiratos Árabes Unidos, Egipto y varios países subsaharianos, como Sierra Leona, Gambia y Mozambique. Su trabajo se centró en introducir cultivos tolerantes a la sal, como forrajes y quinua, en áreas afectadas por la salinidad.

Desde que se unió a la UM6P en 2020, Hirich ha encabezado iniciativas de agricultura biosalina en todo Marruecos, orientadas a entornos marginales donde los cultivos tradicionales fallan debido a la alta salinidad y la sequía. Sus proyectos incluyen el cultivo de plantas tolerantes a la sal, como la quinua, el pánico azul, la sesbania, el caupí y halófitas como la salicornia. Estos esfuerzos también incorporan técnicas de riego sostenible utilizando aguas subterráneas salinas en lugar de agua dulce, y la investigación participativa con agricultores para probar y adoptar nuevas prácticas agrícolas.

El enfoque de la UM6P es práctico, con 15 plataformas experimentales en Marruecos que actúan como “laboratorios vivos.” Estas plataformas, ubicadas en regiones como Laâyoune, Smara, Tarfaya, Boujdour, Bir Anzarane y Dakhla, así como en Doukkala, Rahamna y Khouribga, prueban cultivos y estrategias de riego en condiciones reales. Un ejemplo destacado es la granja de la UM6P en la zona de Jrifia, en Boujdour, donde se utiliza agua subterránea desalinizada para el desarrollo agrícola a gran escala en colaboración con el Ministerio de Agricultura de Marruecos.

“Es una plataforma de demostración para apoyar a los agricultores en el perímetro recién irrigado de 9.000 hectáreas. Proporcionamos conocimientos técnicos para ayudarlos a adoptar prácticas agrícolas más resilientes,” explicó Hirich.

Barreras para la adopción

A pesar de su potencial, la agricultura biosalina enfrenta importantes desafíos. Uno de los principales obstáculos es la limitada disponibilidad de variedades de cultivos tolerantes a la sal. Las grandes empresas de semillas priorizan los cultivos convencionales que se cultivan en condiciones de agua dulce, como frutas y verduras, dejando a los agricultores con pocas alternativas para entornos salinos.

La resistencia de los agricultores al cambio también dificulta el progreso. Muchos agricultores son reacios a reemplazar cultivos tradicionales como el maíz y la alfalfa, incluso cuando estos fallan debido a la salinidad. “A veces, los agricultores no se dan cuenta de que tienen un problema de salinidad o están demasiado acostumbrados a sus cultivos tradicionales. Incluso si el maíz deja de funcionar, intentarán seguir cultivándolo,” observó Hirich.

Los factores económicos complican aún más la adopción. Los cultivos de alto valor, como las bayas y los tomates, que son sensibles a la salinidad, generan más ingresos que las alternativas biosalinas. Aunque algunos cultivos biosalinos, como la quinua y el pánico azul, están ganando viabilidad comercial, la expansión sigue siendo difícil.

Las lagunas políticas también representan un obstáculo. La agricultura biosalina aún no se ha integrado completamente en las principales estrategias agrícolas de Marruecos, como el Plan Marruecos Verde y el Plan Generación Verde. Hirich cree que incorporar la gestión de la salinidad en las políticas nacionales es esencial para prevenir la degradación del suelo y las pérdidas de productividad a largo plazo.

El papel de la agricultura biosalina frente a la escasez de agua

La actual crisis hídrica de Marruecos, ahora en su séptimo año consecutivo de sequía, ha afectado gravemente a la agricultura, la industria y la vida cotidiana. Para abordar este problema, el gobierno ha invertido fuertemente en plantas desalinizadoras en regiones como Agadir, Casablanca, Safi y Dakhla. Sin embargo, la desalinización es costosa y tiene un alto impacto ambiental.

La agricultura biosalina ofrece una solución complementaria al reducir la dependencia del agua dulce para el riego. Al utilizar agua salobre o salina y cultivos resistentes a la sequía, este método permite a los agricultores mantener la productividad mientras conservan los recursos de agua dulce.

Hirich destacó los beneficios duales de la agricultura biosalina: combatir la escasez de agua y restaurar la productividad del suelo. Con África perdiendo dos hectáreas de tierra cultivable cada minuto debido a la salinidad y la desertificación, la agricultura biosalina proporciona una herramienta crucial para garantizar la seguridad alimentaria futura.

“La salinidad es irreversible. Una vez que el suelo se vuelve salino, nunca regresa a su estado original,” advirtió Hirich, citando datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Argumentó que los gobiernos deben actuar rápidamente para integrar soluciones biosalinas en las políticas agrícolas y proporcionar financiación a largo plazo para la investigación y el desarrollo.

En Marruecos, se han logrado avances, pero Hirich insiste en la necesidad de una adopción más amplia. “La agricultura biosalina no es solo una alternativa, es una necesidad,” concluyó.

Añade tu comentario

300 / Caracteres restantes 300
Condiciones de publicación : No insultes al autor, a las personas, a los lugares sagrados, ni ataques religiones o la divinidad, evita incitación racista e insultos

Comentarios (0)

Las opiniones expresadas en los comentarios reflejan solo las de sus autores y no las de Lou.Press

Leer más