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Inundaciones mortales en el suroeste de China obligan a evacuaciones masivas
Al menos seis personas han muerto y más de 80.000 han sido desplazadas tras las intensas inundaciones que azotaron esta semana la provincia de Guizhou, en el suroeste de China. Las lluvias torrenciales obligaron a activar el nivel más alto de emergencia ante inundaciones en la región.
Desde el martes, fuertes lluvias han arrasado el condado de Rongjiang, donde las autoridades informaron de graves daños a la infraestructura. Las vías quedaron bloqueadas, las comunicaciones colapsaron y varias personas quedaron atrapadas en las zonas afectadas. Una unidad local de control de inundaciones confirmó seis muertes hasta la mañana del jueves.
Aunque el nivel del agua ya ha bajado por debajo del umbral de alerta, las labores de recuperación y búsqueda de posibles atrapados continúan. En Rongjiang, un campo de fútbol quedó sumergido bajo tres metros de agua, y una residente relató que fue rescatada desde el tercer piso de su vivienda.
Los servicios de emergencia desplegaron amplias operaciones de rescate, mientras se instalaron refugios temporales para alojar a las familias desplazadas. En zonas donde las aguas han retrocedido, los habitantes comenzaron a limpiar el barro y los escombros acumulados en viviendas y locales comerciales.
Al mismo tiempo, una depresión tropical tocó tierra en la isla de Hainan el jueves por la mañana. Se espera que se desplace por el noreste de la isla hacia el mar de la China Meridional antes de impactar nuevamente en la provincia de Guangdong, donde se debilitará progresivamente.
La tormenta supone una nueva amenaza para los sistemas de defensa contra inundaciones de Guangdong y de las provincias vecinas de Guangxi y Hunan. La semana pasada, en Hunan fueron evacuadas decenas de miles de personas debido a las lluvias provocadas por el tifón Wutip.
Estos acontecimientos se enmarcan en un verano marcado por fenómenos meteorológicos extremos en China. Esta semana, Pekín registró uno de los días más calurosos del año, con una alerta de calor de nivel dos, la segunda más alta del sistema nacional.