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Europa impulsa una transformación industrial ante la creciente urgencia en defensa
La Comisión Europea ha presentado una ambiciosa Hoja de Ruta para la Preparación en Defensa 2030, que sienta las bases de una nueva era en la producción de defensa europea. El plan incluye cuatro proyectos emblemáticos, la Iniciativa Europea de Defensa con Drones, la Vigilancia del Flanco Oriental, el Escudo Aéreo Europeo y el Escudo Espacial Europeo destinados a fortalecer la autonomía industrial y estratégica del continente.
Alemania se ha convertido en un actor clave de esta transformación al integrar sus industrias civil y militar para acelerar la fabricación de equipos de defensa. Líderes industriales, incluidos grandes grupos automovilísticos como Volkswagen, están explorando alianzas con la firma de defensa Rheinmetall para adaptar su capacidad de producción a tecnologías de uso dual. Esto refleja un cambio más profundo hacia una economía de defensa europea coordinada, impulsada por la disuasión y la preparación.
Los analistas señalan que esta expansión marca una ruptura decisiva con la histórica dependencia europea de la infraestructura de defensa estadounidense. El mensaje subyacente es que “la producción gana las guerras”, y el continente ya no puede permitirse mantener su actual brecha industrial. Se estima que la producción de la industria de defensa europea ronda los 100.000 millones de euros anuales, pero para 2030 la demanda ascendería a 335.000 millones. Para alcanzar este objetivo, Europa deberá aumentar su capacidad de fabricación en 235.000 millones de euros adicionales al año, lo que transformaría por completo el panorama industrial y económico del continente.
Para los responsables políticos, inversores y profesionales del sector, esta hoja de ruta representa no solo un cambio de política, sino el surgimiento de una base industrial de defensa continental diseñada para la durabilidad, la escala y la independencia.
