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Europa busca autonomía estratégica ante renovadas tensiones transatlánticas
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, instó al continente a fortalecer su capacidad de defensa y su resiliencia económica, en respuesta a las recientes críticas del expresidente estadounidense Donald Trump. Ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, advirtió que el entorno global es “cada vez más peligroso y transaccional”, subrayando que Europa debe “depender de sí misma” para proteger su futuro.
Von der Leyen afirmó que las responsabilidades de seguridad de Europa ya no pueden delegarse. Presentó este cambio no como una forma de aislamiento, sino como un paso esencial para preservar la estabilidad y la credibilidad en un mundo cada vez más incierto. Sus declaraciones llegan cuando los líderes europeos se preparan para una cumbre crítica centrada en la financiación de la defensa, el apoyo a Ucrania y las relaciones comerciales.
Defender la posición global de Europa
En respuesta a las afirmaciones de que la pérdida de participación de Europa en la economía mundial refleja debilidad, von der Leyen comparó la evolución con la de Estados Unidos, señalando que ambas regiones han visto descender su cuota del PIB global a niveles similares. “No se trata de un lado del Atlántico perdiendo terreno frente al otro”, afirmó. “Se trata de una transformación económica global”.
La presidenta destacó la reducción de la dependencia energética europea respecto a Rusia como ejemplo de la capacidad de adaptación del continente. En el marco del programa REPowerEU, las importaciones de gas ruso se redujeron del 45 por ciento al inicio de la guerra al 13 por ciento; las de carbón se eliminaron por completo, y las de petróleo crudo bajaron del 26 por ciento al 2 por ciento.
Desafíos estratégicos en la próxima cumbre
Antes de la próxima cumbre de la UE, von der Leyen instó a los Estados miembros a aprobar un paquete de 90.000 millones de euros para apoyar a Ucrania durante los próximos dos años. Propuso dos fuentes de financiación: la utilización de activos rusos congelados o una nueva emisión de deuda europea, y calificó la decisión como “el acto de defensa más vital de Europa”.
Paralelamente, los líderes deben decidir sobre el acuerdo comercial con el bloque Mercosur, pendiente desde hace 25 años. Francia e Italia han pedido posponer la votación, lo que podría constituir una minoría de bloqueo frente al pacto, negociado durante un cuarto de siglo.
De cara al futuro, von der Leyen destacó la magnitud sin precedentes de la inversión en defensa europea. El objetivo de la UE es destinar 800.000 millones de euros al sector para 2030, en comparación con solo 8.000 millones en la década anterior. “La era de la independencia europea debe ser imparable”, declaró, calificando el momento como decisivo para el papel del continente en los asuntos mundiales.
