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El panorama político de Pakistán sacudido tras las redadas en la sede del partido de oposición

Lunes 22 Julio 2024 - 16:45
El panorama político de Pakistán sacudido tras las redadas en la sede del partido de oposición

En una escalada dramática de las tensiones políticas, las fuerzas de seguridad pakistaníes asaltaron el lunes la sede del partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) en Islamabad. Esta redada marca una intensificación significativa en la campaña del gobierno contra el movimiento de oposición más grande del país, liderado por el ex primer ministro Imran Khan, quien actualmente se encuentra encarcelado.

La operación se llevó a cabo apenas una semana después de que el gobierno anunciara su intención de desmantelar el PTI, lo que ha generado preocupaciones sobre el estado de la democracia en Pakistán. Mientras la policía sellaba las oficinas del partido, surgieron informes de detenciones entre figuras clave del partido. El presidente en funciones del partido, Gohar Khan, y el secretario de Información, Rauf Hasan, fueron algunos de los que inicialmente fueron detenidos, según un portavoz del partido.

Aunque Gohar Khan fue liberado posteriormente, un funcionario de la policía pakistaní confirmó a Agence France-Presse (AFP) que Hasan permanecía en detención. La detención de Hasan es especialmente notable dado sus recientes advertencias sobre la desaparición de miembros del partido. En una entrevista reciente con AFP, afirmó que diez miembros del PTI habían desaparecido sin dejar rastro en los últimos dos meses, siete de los cuales eran de su departamento.

"Quieren paralizar el departamento porque nos negamos a permanecer en silencio", declaró Hasan, destacando la creciente presión sobre el partido de oposición.

Esta represión contra el PTI se produce tras varias sentencias judiciales que han favorecido al partido, lo que podría amenazar la estabilidad del gobierno del primer ministro Shehbaz Sharif. Sharif, quien asumió el poder en febrero con el respaldo militar, ahora enfrenta un panorama político desafiante.

Una decisión crucial del Tribunal Supremo el 12 de julio dictó que al PTI se le deben conceder 23 escaños adicionales en el parlamento. Este fallo despoja efectivamente a la coalición de Sharif de la mayoría de dos tercios necesaria para implementar las reformas previstas, complicando aún más la situación política.

La respuesta del gobierno a estos acontecimientos ha sido rápida y decidida. El Ministro de Información, Attaullah Tarar, anunció la semana pasada la intención del gobierno de iniciar procedimientos legales para prohibir al PTI. Las acusaciones contra el partido incluyen la incitación a protestas violentas el año pasado y la filtración de información clasificada. Tarar también reveló planes para presentar cargos de traición contra Imran Khan, escalando el enfrentamiento entre el gobierno y la oposición.

Sin embargo, este movimiento no ha pasado desapercibido. La Comisión de Derechos Humanos de Pakistán ha criticado enérgicamente las acciones del gobierno, describiéndolas como "un enorme golpe a las normas democráticas" y una reflejo de "desesperación política". Asad Iqbal Butt, presidente de la Comisión, advirtió que seguir este curso de acción podría llevar a "una polarización más profunda y una fuerte probabilidad de caos político y violencia".

La comunidad internacional también ha prestado atención a la situación. Un panel de expertos de las Naciones Unidas concluyó recientemente que la detención de Imran Khan "no tenía base legal y parece haber sido destinada a descalificarlo para postularse a cargos políticos". Este hallazgo añade una dimensión internacional a la crisis política interna, lo que podría aumentar la presión sobre el gobierno pakistaní.

A medida que continúan los acontecimientos, la redada en la sede del PTI representa un punto crucial en la narrativa política de Pakistán. Subraya la lucha por el poder en curso entre el gobierno y las fuerzas de oposición, planteando interrogantes sobre el futuro de los procesos democráticos en el país.

Los próximos días y semanas serán cruciales para determinar la trayectoria del panorama político de Pakistán. Las acciones del gobierno contra el PTI, junto con la resiliencia del partido y el respaldo de las decisiones judiciales, preparan el escenario para un escenario político complejo y potencialmente volátil. A medida que las tensiones aumentan, es probable que la comunidad internacional observe de cerca, preocupada por las implicaciones para la estabilidad regional y la gobernanza democrática en Pakistán.

 


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