El defensor del pueblo de Marruecos involucra a los jóvenes en medio de protestas por los servicios públicos

La Institución del Defensor del Pueblo de Marruecos ha lanzado una iniciativa dirigida a las organizaciones juveniles de los partidos políticos, con el objetivo de comprender cómo las generaciones más jóvenes experimentan y evalúan los servicios públicos. El programa surge en medio de una creciente supervisión pública sobre la atención médica, la educación y los servicios administrativos básicos en todo el país.

La iniciativa, presentada en Rabat durante un encuentro entre el Defensor del Pueblo, Hassan Tariq, y la junta ejecutiva de la Instancia Nacional de Juventud y Democracia (INJD), forma parte de los “Foros sobre la gobernanza de los servicios públicos”. Busca promover el diálogo cívico sobre la calidad de los servicios administrativos y territoriales mediante capacitación, divulgación y sesiones de diálogo a nivel regional y local.

Una comisión de coordinación conjunta, compuesta por representantes de la oficina del Defensor del Pueblo y de la INJD, supervisará la implementación del programa para asegurar que se alinee con la misión de la institución de fomentar la consulta, la gobernanza centrada en los ciudadanos y la rendición de cuentas.

Para el Defensor del Pueblo, el proyecto representa un esfuerzo estratégico para involucrar a las generaciones más jóvenes en el fortalecimiento de los principios de buena gobernanza y en la reconstrucción de la confianza entre los ciudadanos y las instituciones públicas. También reconoce el papel crucial de los jóvenes para facilitar la comunicación entre la ciudadanía y el gobierno, avanzando hacia una administración pública más transparente y receptiva.

Los representantes juveniles dieron la bienvenida a la iniciativa, aunque persisten desafíos para traducir el diálogo en mejoras tangibles en la prestación de servicios y en la vida cotidiana de los ciudadanos marroquíes.

Una generación inquieta exige hospitales, no promesas

Las alas juveniles de los partidos políticos han tenido dificultades para conectar con la juventud marroquí en general, muchos de los cuales critican tanto al gobierno como a los partidos por descuidar los servicios esenciales mientras invierten en estadios y proyectos de prestigio.

A principios de este mes, la oficina del Defensor del Pueblo celebró el primer foro de gobernanza centrado en la salud pública. Esto coincidió con manifestaciones frente a hospitales, donde los manifestantes portaban pancartas con la frase “Hospital de la muerte”, reflejando la indignación por el colapso del sistema sanitario marroquí. Las protestas siguieron a la trágica muerte de ocho mujeres embarazadas en el Hospital Regional Hassan II de Agadir, presuntamente causada por negligencia médica, falta de personal, escasez de equipos y disfunciones sistémicas.

Las tragedias de Agadir impulsaron el movimiento GenZ212, una movilización juvenil que exige mejoras en la atención médica y los servicios públicos. Justo cuando aumentaba la indignación, surgieron informes sobre una novena muerte en el hospital, intensificando la ira pública y las percepciones de un fallo sistémico.

Las autoridades consideran los foros como espacios para que la sociedad civil, los expertos y las administraciones discutan reformas prácticas. Sin embargo, sin resultados visibles, estas reuniones corren el riesgo de ser vistas como gestos simbólicos.

GenZ212: un nuevo modelo de activismo juvenil

El movimiento GenZ212 surgió en septiembre de 2025, organizado principalmente a través de Discord. Opera sin líderes ni afiliaciones partidistas, tomando decisiones colectivas mediante debates en línea. Su nombre hace referencia al código internacional de Marruecos, “212”, y señala su identidad generacional.

A diferencia de los grupos de oposición más antiguos, GenZ212 se declara apolítico, demandando atención médica adecuada, educación de calidad, oportunidades laborales, rendición de cuentas y el fin de la corrupción y la inversión desigual. Aunque algunas apelaciones se dirigen directamente al Rey Mohammed VI, el movimiento evita desafiar a la monarquía, reflejando una forma de activismo juvenil descentralizada y en red digital, basada en la frustración por el deterioro de los servicios públicos.

Para muchos participantes, las iniciativas institucionales como los foros del Defensor del Pueblo se reciben con escepticismo, percibiéndose como lentas o demasiado vinculadas a estructuras políticas. Al involucrar a jóvenes afiliados a partidos, la Institución del Defensor del Pueblo pone a prueba si los canales oficiales pueden cerrar la brecha creciente entre las instituciones y una generación que recurre cada vez más a protestas y plataformas digitales para expresar sus quejas.