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5 Consejos para Conducir con Seguridad en Nieve y Hielo
Con una ola de nieve y hielo afectando varias partes de Francia, conducir se vuelve significativamente más peligroso. Para muchos conductores, salir a la carretera en condiciones de nieve o hielo puede causar mucha ansiedad. Desafortunadamente, muchos aún se ven obligados a conducir a pesar de las condiciones peligrosas. Aquí te presentamos cinco consejos cruciales para garantizar una conducción segura en estas condiciones meteorológicas desafiantes.
1. Prepara tu vehículo con anticipación
La seguridad comienza antes de poner el coche en marcha. Asegúrate de que tu vehículo esté listo para el invierno, comprobando que los neumáticos (de nieve o para todas las estaciones) estén en buen estado, que los niveles de líquidos (anticongelante, líquido para el limpiaparabrisas) estén completos y que la batería esté cargada. También es recomendable llevar un kit de emergencia que incluya un botiquín de primeros auxilios, una manta, una linterna y una pala pequeña.
Para los propietarios de vehículos eléctricos, es esencial monitorear la carga de la batería. El frío puede aumentar el consumo de energía en aproximadamente un 30%, por lo que es importante evitar riesgos innecesarios. También puedes implementar algunos trucos para reducir el consumo de energía en climas fríos.
2. Conduce de manera suave
Bajo la nieve y el hielo, la respuesta del vehículo es mucho menos predecible. Reduce la velocidad y aumenta la distancia con el vehículo de adelante. Evita aceleraciones repentinas y frenadas bruscas. En su lugar, usa el freno motor y anticipa los obstáculos para minimizar la necesidad de detenerte de manera abrupta.
Un consejo clásico: si conduces un vehículo con transmisión manual, cambia siempre a una marcha superior para evitar el patinaje. Arranca en segunda y sigue el orden habitual de cambios, aunque eso haga que el coche se esfuerce un poco.
Para los propietarios de vehículos eléctricos, recomendamos usar el modo eco, que proporciona una aceleración más suave y ayuda a reducir las probabilidades de patinaje.
3. Controla los derrapes
A pesar de todos los consejos de precaución, tu coche aún puede comportarse de manera impredecible. Si empiezas a derrapar, mantén la calma. Si tu vehículo comienza a deslizarse, desacopla el embrague y gira el volante en la dirección en la que deseas ir. Evita frenar bruscamente, ya que esto podría empeorar el derrape.
4. Mantente alerta para anticipar peligros
Las condiciones meteorológicas pueden cambiar rápidamente, por lo que es crucial estar atento al estado de la carretera y a los demás conductores. Las zonas sombreadas, los puentes y los viaductos son más propensas a la formación de hielo. Ajusta tu conducción según las condiciones cambiantes.
Minimiza las distracciones tanto como sea posible. Si sientes que la radio te está desconcentrando, apágala, al menos temporalmente, cuando percibas que hay peligro. En general, conduce despacio y mantén un ojo en todo lo que sucede alrededor de ti.
5. El mejor consejo: no conduzcas si no es necesario
Si las condiciones meteorológicas son extremadamente malas, considera no salir a la carretera. Ninguna cita o compromiso es más importante que tu seguridad y la de los demás usuarios de la vía. En trabajos donde el teletrabajo es posible, se ha animado a los empleadores a facilitar el trabajo a distancia tanto como sea posible. Para otros, como los que trabajan en la construcción o el transporte, las autoridades locales han recomendado no conducir.
Si debes conducir absolutamente, asegúrate de informar a alguien sobre tu ruta y tu hora estimada de llegada. Y como dicen los estadounidenses: "¡Conduce con seguridad!"
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