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Israel mata a decenas en centros de ayuda respaldados por EE. UU. en Gaza, desatando indignación mundial
Los palestinos en Gaza comenzaron junio bajo fuego intenso cuando las Fuerzas de Ocupación Israelíes (IOF, por sus siglas en inglés) abrieron fuego contra civiles hambrientos que se habían reunido en centros de distribución de ayuda operados por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos. Al menos 40 palestinos murieron en Rafah, y se reportaron más víctimas en el centro de Gaza.
La GHF, lanzada apenas una semana antes, fue creada para entregar alimentos, agua y suministros médicos directamente a la población asediada de Gaza. A diferencia de las agencias de las Naciones Unidas, que operan bajo estrictos principios de neutralidad, la GHF funciona mediante contratistas privados y entidades estadounidenses bajo supervisión directa de Israel. Este modelo operativo ha sido objeto de inmediato escrutinio.
Los cuatro puntos de distribución de la GHF —tres en Tel al-Sultan y uno en el centro de Gaza— fueron atacados por Israel en su primera semana de funcionamiento. Estos ataques repetidos han alimentado acusaciones generalizadas de que Israel está usando la ayuda alimentaria como cebo, atrayendo a civiles desesperados para luego atacarlos letalmente.
Afeef Nessouli, voluntario con el grupo de ayuda médica Gila International, declaró a Al Jazeera que la GHF ha fracasado sistemáticamente en proporcionar alivio eficaz. “La GHF no ha tenido éxito hasta ahora e incluso parece que apunta a los palestinos cuando están extremadamente hambrientos y buscan ayuda”, dijo.
El colapso de la GHF comenzó antes de que comenzara oficialmente. El 25 de mayo, apenas horas antes de la primera distribución, el jefe de la fundación, Jake Wood, renunció. Veterano militar estadounidense con experiencia en misiones humanitarias, Wood promovía la GHF como una alternativa “pragmática” a los canales tradicionales. Pero en su renuncia afirmó que no podía mantener los principios humanitarios fundamentales de neutralidad, independencia e imparcialidad bajo el marco actual.
“El plan no puede implementarse sin abandonar esos principios”, afirmó Wood.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que sigue siendo la principal organización de asistencia a los refugiados palestinos, informó que solo 900 camiones entraron en Gaza en las últimas dos semanas —lo que representa apenas el 10 % de las necesidades diarias de la población.
“La ayuda que se está enviando ahora es una burla ante la tragedia masiva que se desarrolla ante nuestros ojos”, declaró el comisionado general Philippe Lazzarini. Instó a Israel a permitir el acceso sin restricciones a las agencias de la ONU para que puedan cumplir con su mandato humanitario y proteger la dignidad del pueblo palestino.
UNRWA, establecida en 1949, ha defendido durante décadas el derecho de retorno y otros derechos clave de los refugiados palestinos. En 2024, varios gobiernos occidentales suspendieron la financiación a la agencia tras acusaciones de Israel —no verificadas— que vinculaban a algunos empleados de la UNRWA con los ataques del 7 de octubre.
Desde octubre de 2023, más de 300 empleados de la UNRWA han sido asesinados. Muchos fueron atacados mientras prestaban servicios a sus comunidades. Otros murieron junto a sus familias. Estas muertes forman parte de una campaña más amplia de Israel que también ha alcanzado a periodistas, personal médico y trabajadores humanitarios.
Mientras el hambre se agrava y el número de muertos aumenta, la credibilidad de los modelos de ayuda respaldados por EE. UU. e Israel se enfrenta a una condena creciente. Los cuerpos civiles en los centros de distribución de alimentos envían un mensaje claro: la población de Gaza sigue hambrienta y bajo ataque.
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