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Ejecuciones de mujeres en Irán alcanzan cifra histórica en medio de crecientes preocupaciones por los derechos humanos
Las ejecuciones de mujeres en Irán alcanzaron un nivel sin precedentes en 2024, con 31 mujeres ejecutadas, según un reciente informe de Iran Human Rights (IHR), una organización con sede en Noruega. Esta cifra representa el número más alto registrado desde que la organización comenzó a recopilar datos en 2008.
El informe documenta un patrón alarmante en el sistema judicial iraní, con 241 mujeres ejecutadas entre 2010 y 2024. La mayoría de los casos estuvieron relacionados con cargos por drogas y condenas por asesinato. Llama la atención que el 70 % de las mujeres ejecutadas por asesinato habían sido condenadas por matar a un esposo o pareja, frecuentemente en contextos de violencia doméstica.
Mahmood Amiry-Moghaddam, director de IHR, destacó los problemas sistémicos: “Las ejecuciones de mujeres en Irán no solo revelan la naturaleza brutal e inhumana de la pena de muerte, sino que también exponen la discriminación de género y desigualdad profundamente arraigadas en el sistema judicial.”
Un aspecto especialmente preocupante del marco legal iraní es la ley islámica de retribución, conocida como "qisas", que exige una vida por una vida, salvo que la familia de la víctima otorgue perdón o acepte una compensación. Esta estructura rígida a menudo impide que los tribunales consideren circunstancias atenuantes, como el abuso doméstico, al emitir sentencias.
El caso de Zahra Esmaili ilustra la gravedad de las prácticas de ejecución en Irán. Esmaili, obligada a casarse con su vecino tras quedar embarazada por una violación, fue ejecutada en 2021 por asesinar a su esposo, un funcionario del ministerio de inteligencia que, según informes, era violento con ella y sus hijos. De manera especialmente impactante, las autoridades procedieron con su ejecución incluso después de que sufriera un infarto fatal al presenciar otras ejecuciones grupales.
Las tendencias actuales indican un uso intensificado de la pena capital. Octubre de 2024 registró 166 ejecuciones, el total mensual más alto en los registros de IHR. Varias mujeres, incluidas las activistas kurdas Varisheh Moradi y Pakhshan Azizi, enfrentan ejecuciones inminentes.
El informe subraya una preocupante falta de transparencia, ya que solo el 26 % de las ejecuciones de mujeres han sido anunciadas oficialmente, cifra que se ha reducido al 12 % en años recientes. El Centro Boroumand para los Derechos Humanos en Irán, con sede en Washington, informa que el país ejecutó al menos 930 sentencias de muerte en 2024, frente a 811 en 2023 y 579 en 2022, lo que refleja un aumento constante en las ejecuciones.
Activistas por los derechos humanos argumentan que las autoridades iraníes utilizan la pena de muerte como herramienta de control social, especialmente tras las protestas nacionales de 2022-2023. El aumento de ejecuciones, particularmente de mujeres, ha generado preocupación internacional significativa sobre las condiciones de derechos humanos en Irán.
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